Desde el regreso de los talibanes al poder en Afganistán, la atención del mundo se ha centrado en todas las acciones del movimiento, especialmente en las libertades de las mujeres, que siempre han estado sujetas a normas estrictas según la interpretación ultraortodoxa de la ley islámica de los talibanes.
Las violaciones de los derechos humanos documentadas durante el gobierno talibán en el país de Oriente Medio han puesto en alerta a la comunidad internacional, que ha pedido apoyo para las mujeres afganas a fin de que no pierdan las garantías que se han ganado a lo largo de dos décadas de arduo trabajo.
La Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán (RAWA) ha publicado algunas de las prohibiciones que podrían introducirse en el país de acuerdo con la aplicación de la Sharia (ley islámica) por parte de los talibanes:
Además de regular estrictamente la vida de las mujeres, los talibanes también prohibieron la reproducción de música, vídeos, películas y televisión para todas las personas, como ocurrió entre 1996 y 2001.
Asimismo, no se permite celebrar el Año Nuevo ni el Día del Trabajo, ya que se consideran tradiciones paganas y fiestas comunistas.
No se permite tener un nombre “no islámico”, los hombres deben llevar ropas tradicionales y no se les permite afeitarse o recortarse la barba, que debe llegar a un palmo por debajo de la barbilla.
También deben ir a rezar a la mezquita cinco veces al día, con la amenaza de ser azotados si no lo hacen.
Tras tomar la capital afgana, varios miembros de los talibanes han asegurado que se respetarán las libertades en el país, haciendo hincapié en los derechos de las mujeres y la libertad de prensa.
El martes 17 de agosto, Zabihullah Mujahid, portavoz de los talibanes, aseguró que “los pasos de hoy serán positivamente diferentes a los del pasado”, tras ser preguntado por las diferencias entre el movimiento actual y el que fue expulsado a principios de siglo.
Suhail Shaheen, portavoz del movimiento en Doha, declaró a Sky News que el uso de la buka no era obligatorio, ya que había diferentes tipos de hijab que las mujeres debían llevar según la ley islámica.
También aseguró que las mujeres tendrán acceso desde la educación primaria hasta la terciaria, señalando que miles de escuelas siguen funcionando en las zonas que controlan.
Sin embargo, la comunidad internacional sigue siendo escéptica sobre el compromiso de los insurgentes. En los últimos meses, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha señalado que se han producido ejecuciones extrajudiciales y flagelaciones públicas de mujeres en provincias ya ocupadas por los talibanes.
Con información de la Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán (RAWA) y AFP