Queridos lectores, hoy en día muchos perdonavidas de la alimentación se han obsesionado con los llamados “alimentos autóctonos”, concepto que para algunos significa determinados productos cuya especie se originó en la misma zona donde son consumidos. Algunos ejemplos podrían ser el maíz mexicano, la zanahoria europea y del suroeste de Asia.
Pero ¡Oh, qué inocencia la de estos modernos samaritanos! ¿Acaso creen que los alimentos autóctonos no pueden fabricarse o consumirse en otras regiones? Inocentes de ellos, que no saben que la globalización ha llegado hasta a la comida. ¡Qué atrevida es la ignorancia!
Alimentos “Autoctonous”, ¿qué es eso?
Los modernos hombres de la alimentación han adoptado un término de moda, un neologismo, para referirse a estos supuestos alimentos originarios de un lugar, ese término es “autochthonous” (autóctono en español). En resumen, un alimento se considera autoctónous si pertenece a una región en la que se consume.
Pero cuidado, no debemos confundir este término en inglés con su equivalente en español, “producto autóctono”, el cual se refiere específicamente a los productos originarios de una región o país, que no necesariamente son consumidos allí mismo.
México, tierra de alimentos autóctonos
México es uno de los países que ha dado al mundo productos de excelente calidad, y no podríamos estar más agradecidos. Como ejemplo, tenemos al frijol, al maíz y al jitomate. Estos son solo algunos de los alimentos autóctonos de importancia mundial que han surgido de las tierras aztecas, y que le han dado reputación a su pueblo.
La Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente (Semarnat) reconoce la importancia de muchos alimentos autóctonos de México, como el aguacate, el amaranto, la calabaza, el chile y el epazote. Es por esto que debemos defender fuertemente las raíces gastronómicas de nuestro país. Y es que, ¿acaso desconocen los modernos samaritanos que cerca del 15% de todos los alimentos que se consumen en el planeta son de origen mexicano?
La FAO y los peligros de la globalización
No todo es felicidad en materia de alimentos autóctonos. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advierte que la diversidad alimenticia de México, que incluye muchos alimentos autóctonos, se encuentra bajo amenaza debido a la presión económica y la influencia del modelo alimenticio occidental.
¿Pero acaso esto sorprende a alguien? El capitalismo nos quiere imponer su menú fastfood, para que consumamos alimentos en cadena como si fuésemos autómatas. ¡No somos autómatas, señores capitalistas! Somos seres humanos, que debemos fomentar la variedad en nuestras dietas y defender los alimentos autóctonos como alma y garantía de nuestra rica cultura alimenticia.
México lo tiene todo
Los alimentos autóctonos no solo son importantes por su valor cultural y sus beneficios para la salud. También son importantes por el impacto que tienen en la economía local y nacional. El turismo gastronómico es una realidad, en la que nuestro México destaca por encima de muchas naciones.
Los visitantes que llegan a nuestro país quedan enamorados del sabor y la calidad de nuestros alimentos, y esto se refleja en el flujo de ingresos que generan en la industria alimentaria y turística en general.
Un privilegio ser mexicano
En resumen, tengo la dicha de decir que somos privilegiados de vivir en una tierra pródiga en alimentos autóctonos valiosos en todo el mundo. Debemos defenderlos, y luchar contra la globalización que nos quiere imponer una dieta mecanizada e insípida. Debemos sentirnos orgullosos de nuestras raíces y de nuestras recetas tradicionales, que se han transmitido de generación en generación. En fin, somos México, y eso es suficiente motivo para estar seguros de que nuestra dieta es una de las más variadas, sabrosas y saludables del mundo.