Los fenómenos naturales son eventos de cambio que ocurren en la naturaleza y que no están directamente relacionados con la actividad humana. Estos pueden ser recurrentes, cotidianos, sorprendentes o catastróficos. Se presentan en diferentes formas y afectan a diversos elementos de nuestro entorno. Algunos ejemplos de fenómenos naturales son la lluvia, los vientos, las estaciones, el florecimiento de las plantas, las tormentas, las mareas oceánicas y los meteoritos.
Existen varias categorías de clasificación para los fenómenos naturales, dependiendo del ámbito específico de la naturaleza en el que ocurren. Por un lado, están los fenómenos astronómicos, que tienen lugar en el espacio exterior del planeta, como las lluvias de estrellas y los eclipses (solares o lunares). Por otro lado, se encuentran los fenómenos atmosféricos, que ocurren en la capa de gases que recubre la superficie de la Tierra, como el viento y la capa de ozono.
Además, también existen los fenómenos geológicos, que están relacionados con el movimiento de las placas tectónicas, la actividad volcánica y otros procesos internos de la superficie terrestre. Los terremotos son un ejemplo de este tipo de fenómeno. Otro categoría es la de los fenómenos hidrológicos, que se relacionan con el agua en sus distintas formas, como la lluvia, las mareas oceánicas y los ríos. Por último, están los fenómenos biológicos, que afectan a otras especies de seres vivos, excluyendo al ser humano. Pueden incluir extinciones y migraciones de animales y plantas.
Tipos de fenómenos naturales
Existen diversos tipos de fenómenos naturales que pueden ocurrir en nuestro planeta, cada uno con características y consecuencias propias. A continuación, se presentan los principales tipos de fenómenos naturales:
- Deslizamientos: Son movimientos de tierra que pueden ocurrir en pendientes pronunciadas, debido a la presencia de agua, cambios en la vegetación o sismos. Estos deslizamientos pueden ser lentos o rápidos, y pueden causar daños significativos a la propiedad y poner en peligro la vida.
- Erupciones volcánicas: Cuando los volcanes entran en erupción, arrojan cenizas, lava y gases a la superficie de la Tierra. Estas erupciones pueden ser explosivas o efusivas, y tienen el potencial de causar destrucción en áreas cercanas.
- Fenómeno El Niño: Es un fenómeno climático que ocurre en el Pacífico tropical y puede tener impactos significativos en el clima global. Se caracteriza por el calentamiento anormal de las aguas del océano, lo que puede resultar en sequías, inundaciones y cambios en los patrones de lluvia en diferentes regiones del mundo.
- Huracanes: También conocidos como tifones o ciclones tropicales, los huracanes son tormentas violentas con vientos fuertes y lluvias intensas. Estas tormentas se forman sobre las aguas cálidas del océano y pueden causar daños masivos a su paso, incluyendo inundaciones y destrucción de infraestructuras.
Además de estos fenómenos, también existen otros como tornados, incendios forestales, inundaciones, maremotos o tsunamis, sequías, sismos y terremotos, y tormentas eléctricas. Cada uno de estos fenómenos tiene sus propias características y pueden representar una amenaza para la vida y la propiedad. En la siguiente sección, se explorará más a fondo cada uno de ellos y las medidas que pueden tomarse para prevenir y mitigar sus efectos.
Principales fenómenos naturales en México
Los principales fenómenos naturales en México abarcan desde desbordamientos de ríos y tormentas tropicales, hasta poderosos huracanes y devastadores terremotos. Estos eventos naturales han dejado una marca significativa en el país a lo largo de los años. Algunos de los fenómenos más destacados incluyen:
- Desbordamiento del Río Hondo en 2008.
- Huracán Enrique (2021)
- Huracán Juliette (2001)
- Huracán Lorena (2019)
- Tormenta tropical Dolores (2021)
- Tormenta tropical Narda (2019)
En la lista de desastres naturales, también se encuentra el terremoto del 3 de junio de 1932, considerado el más grande registrado en México. Este poderoso terremoto de magnitud 8.2 golpeó las costas de Jalisco y Colima, cobrando la vida de 400 personas y destruyendo la ciudad de Colima.
El país ha enfrentado diversos desastres naturales a lo largo de los años, como terremotos y huracanes que han impactado gravemente a numerosas comunidades. Estos desastres socio-naturales se han intensificado debido al cambio climático y a una estructura política, gubernamental y social que genera amplios efectos en los derechos humanos de las personas.
De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), México se encuentra expuesto a una amplia variedad de fenómenos naturales con potencial destructivo, lo que, combinado con la alta concentración de población vulnerable física y socialmente, crea un gran riesgo de desastre. Desde 1980, se han registrado desastres con mayor impacto, como la erupción del volcán Chichón de Chiapas en 1982, el sismo de 1985, el huracán Paulina en Guerrero en 1997, inundaciones en Veracruz y Puebla en 1999, los huracanes Wilma y Stan en Chiapas en 2005, los ciclones Ingrid, Manuel y Odile en 2013-2014, y los sismos de septiembre de 2017.
Impacto de los fenómenos naturales en México
Los fenómenos naturales tienen un impacto significativo en México debido a su ubicación geográfica y a sus características climáticas, orográficas e hidrológicas. Además, la actividad volcánica y sísmica del país contribuyen a aumentar su vulnerabilidad ante estos eventos. México es propenso a una gran variedad de fenómenos naturales que tienen el potencial de provocar desastres.
Desde el año 2001 hasta el 2013, los desastres de origen natural han afectado a un gran número de personas en México. Los eventos que han causado un mayor impacto son las lluvias, las inundaciones y los ciclones tropicales, representando aproximadamente el 80% de los afectados en todo el periodo. Los años con una mayor población afectada fueron 2002 (5.6 millones de afectados), 2013 (3.14 millones) y 2007 (3 millones). Además, los eventos geológicos también han tenido un impacto importante, especialmente en los años 2003 y 2012.
En términos económicos, los desastres naturales han causado daños significativos en México, especialmente los fenómenos hidrometeorológicos. En promedio, representaron el 90% del impacto económico de todos los desastres ocurridos en el país en los últimos 15 años. Las pérdidas económicas debidas a estos fenómenos entre 2001 y 2013 ascendieron a 338.35 miles de millones de pesos. El año 2010 registró el mayor impacto económico, alcanzando casi los 83 mil millones de pesos, seguido por 2013 con 56.02 mil millones de pesos.
Los desastres naturales también han tenido un impacto desigual en distintos municipios del país. Cerca del 50% de los municipios declarados en desastre en 2013 tenían altos grados de marginación. Entre 2001 y 2013, un total de 1,951 municipios, que representan el 79.4% del total, fueron declarados al menos una vez en condiciones de desastre por eventos hidrometeorológicos, ciclones, lluvias, inundaciones y sequías. Algunos municipios, especialmente en los estados de Veracruz, Nuevo León y Baja California Sur, han sido declarados en situación de desastre más de 10 veces.
Por último, los municipios afectados recurrentemente por la sequía se ubican principalmente en los estados de Chihuahua y San Luis Potosí.
La frecuencia y la magnitud de estos fenómenos naturales hacen necesario que México implemente políticas de prevención y de respuesta efectivas para minimizar tanto el impacto humano como el económico de estos desastres.
Cómo prepararse para los fenómenos naturales
Los fenómenos naturales, como los huracanes, tornados, terremotos e incendios forestales, pueden ocurrir en cualquier momento y causar situaciones de emergencia. Es importante estar preparado y tomar medidas de seguridad para proteger a nuestra familia. Aquí te presentamos algunas recomendaciones para prepararte:
- Hablar con los niños: Es fundamental conversar con los niños sobre los desastres naturales que podrían ocurrir y qué deben hacer en caso de uno. Explicarles cómo reconocer las señales de peligro y hacia dónde dirigirse en caso de emergencia.
- Conocer fuentes confiables: Es crucial estar informado sobre el clima y los desastres naturales. Conoce fuentes confiables de información para estar al tanto de posibles alertas y medidas de precaución.
- Enseñar a los niños estrategias básicas: Enseña a los niños estrategias básicas para casos de incendio, como mantenerse cerca del suelo para evitar el humo. De esta manera, estarán preparados para actuar de forma segura en situaciones de emergencia.
- Asegurarse de que los niños sepan cómo marcar el número de emergencia (911): Los niños deben conocer el número de emergencia para poder llamar en caso de peligro. Practica con ellos cómo marcar y qué información proporcionar.
Además de estas recomendaciones, es crucial preparar un kit familiar para desastres naturales. Este kit debe incluir elementos esenciales como un kit de primeros auxilios, agua, linternas, alimentos no perecederos, ropa de cambio, juguetes o juegos, suministros para mascotas y medicamentos. Todos los miembros de la familia deben participar en la planificación y empaque de este kit, revisando las fechas de caducidad de los medicamentos y considerando esta preparación como algo normal y cotidiano.
Fenómenos naturales más comunes en el mundo
Los fenómenos naturales más comunes en el mundo son los huracanes, tornados, erupciones volcánicas, incendios forestales, inundaciones y terremotos. Estos eventos pueden tener consecuencias devastadoras para las comunidades afectadas y pueden causar la pérdida de vidas humanas, daños a la propiedad y impactos ambientales significativos.
- Los huracanes, también conocidos como ciclones o tifones, se forman en ambientes acuáticos como los océanos. Estas poderosas tormentas pueden alcanzar velocidades extremadamente altas y causar daños masivos a medida que se acercan a la costa. El huracán más destructivo registrado hasta la fecha fue el huracán Andrew en 1992, que golpeó el sur de Florida y Luisiana en Estados Unidos, cobrando la vida de 26 personas.
- Los tornados son columnas de aire violentas que se generan a altísimas velocidades y pueden arrasar todo a su paso. Estos remolinos destructivos pueden causar destrucción masiva en áreas afectadas. El tornado más veloz registrado ocurrió en Moore, Oklahoma, en 1999, alcanzando vientos de hasta 500 km/h.
- Las erupciones volcánicas son un fenómeno natural impresionante que ocurre cuando la lava y la ceniza volcánica son expulsadas repentinamente. Estos eventos pueden ser extremadamente peligrosos y causar daños significativos en las áreas cercanas a los volcanes. La erupción volcánica más grande registrada ocurrió en el Monte Santa Helena en Washington en 1980, acabando con la vida de 57 personas y causando daños considerables.
- Los incendios forestales son otra forma común de fenómeno natural. Estos incendios generalmente son causados por actividades humanas, aunque también pueden ser desencadenados por relámpagos. Los incendios forestales no solo dañan la vegetación, sino que también ponen en riesgo a la fauna local y contribuyen a la contaminación atmosférica. Uno de los incendios forestales más largos y dañinos ocurrió en Australia en 2019, afectando más de 10 millones de hectáreas y causando la muerte de numerosos animales y personas.
- Las inundaciones son causadas principalmente por lluvias continuas o deshielos. Estos eventos pueden tener efectos devastadores en áreas pobladas y pueden destruir viviendas e infraestructuras. En 2007, México sufrió una de las inundaciones más graves registradas recientemente en Tabasco y Chiapas, donde los ríos sobrepasaron su capacidad y causaron importantes daños a viviendas y personas.
- Los terremotos son sacudidas violentas de la Tierra causadas por el movimiento de las placas tectónicas. Estos fenómenos pueden ser extremadamente destructivos, ya que pueden colapsar edificios y provocar otros desastres naturales como erupciones volcánicas. Uno de los terremotos más devastadores de la historia ocurrió en Haití en 2010, con una magnitud de 7,0, generando más de 300 mil muertos y 1.5 millones de damnificados.
Qué hacer durante un fenómeno natural
Durante un fenómeno natural, como un terremoto, maremoto, incendio, inundación o erupción volcánica, es clave tomar medidas de precaución y saber qué hacer para protegerse. A continuación se presentan las acciones recomendadas para cada situación:
Terremoto:
- Verificar de qué material está construido el hogar, lugar de estudio o de trabajo. Si es de adobe o autoconstrucción, evacuar inmediatamente durante un sismo.
- Identificar lugares de protección lejos de ventanas y elementos que puedan caer. Ancle los muebles al piso, los muros o el cielo.
- Identificar dónde están las llaves del agua, de corte general de gas y el interruptor o fusible general de electricidad y aprender cómo cortarlos.
- Elaborar un plan familiar que establezca los puntos de encuentro y los roles de cada integrante del hogar.
- Mantener un kit de emergencia.
Durante el sismo o terremoto:
- Mantener la calma y ubicarse en un lugar de protección sísmica.
- Protegerse y aferrarse debajo o junto a un elemento firme.
- Si está en silla de ruedas, intentar moverse a un lugar de protección. Si no es posible, frenarla y cubrir la cabeza y el cuello con los brazos.
- Si está en la calle, alejarse de los edificios, postes y cables eléctricos.
- Si está en un evento masivo, mantener la calma y quedarse en su lugar. Proteger la cabeza y el cuello con los brazos y seguir las instrucciones de los encargados de seguridad.
- Si va manejando en la ciudad, disminuir la velocidad y detenerse en un lugar seguro. Si va por una autopista, reducir la velocidad y no detenerse. Mantenerse atento a las condiciones del tránsito y señalizar dirigiéndose a la salida más cercana o acercarse a la berma en autopistas rurales.
Después del sismo o terremoto:
- Si está cerca del mar y el sismo fue tan fuerte como para no poder mantenerse en pie, dirigirse de inmediato a una zona de seguridad frente a tsunami, establecidas en lugares altos.
- Cortar los suministros de gas y electricidad. Antes de restablecerlos, asegurarse de que no existan fugas.
- Usar solo linternas para iluminar, no velas, fósforos o encendedores.
- Usar mensajes de texto para comunicarse con la familia y mantenerse informado con una radio o televisor a pilas y solo seguir los reportes oficiales.
- Si queda encerrado, mantener la calma, pedir auxilio y esperar la llegada de los rescatistas.
- Si está atrapado, cubrirse la boca y nariz, evitar gritar y dar señales golpeando con algún elemento.
Los fenómenos naturales más destructivos
Los fenómenos naturales más destructivos son aquellos eventos que pueden causar un gran daño a la vida y los bienes. Entre ellos, se encuentran:
- Avalancha: Las avalanchas, generadas principalmente por la actividad humana, representan hasta el 90% de los casos. Estos deslizamientos de nieve, hielo o rocas pueden ser extremadamente peligrosos, causando destrucción y pérdida de vidas humanas.
- Incendio: Los incendios, aunque el 96% de ellos son intencionados, pueden propagarse rápidamente y causar estragos en su camino. El 37% de los grandes fuegos se propagan debido a la regla de los tres 30: 30 grados de temperatura, vientos de más de 30 kilómetros por hora y menos del 30% de humedad.
- Tormenta eléctrica: Aunque las probabilidades de ser alcanzado por un rayo son bajas, las personas que trabajan al aire libre o realizan actividades recreativas están en mayor riesgo. Los rayos son una de las principales causas de muertes relacionadas con el clima.
- Tornado: Los tornados son columnas de aire giratorias extremadamente poderosas, con velocidades de más de 320 km/h. Ocurren con mayor frecuencia en las estaciones lluviosas de primavera y verano. Estados Unidos tiene la mayor cantidad de tornados registrados.
- Corrimiento de tierra: Los deslizamientos de tierra pueden ocurrir en cualquier lugar con pendientes pronunciadas. Cada año, causan daños por valor de cientos de millones de euros y cobran más de 1000 vidas en todo el mundo.
- Erupción volcánica: Las erupciones volcánicas representan un gran riesgo para la vida y los bienes. Se estima que alrededor de 20 volcanes están en erupción activa en un momento dado. Las zonas de mayor riesgo se encuentran en la Zona Circumpacífica, la Zona Mediterránea-Asiática, la Zona Índica, la Zona Atlántica y la Zona Africana.
- Terremoto: Los terremotos son sacudidas intensas de la superficie terrestre causadas por movimientos de las placas tectónicas. Pueden causar daños estructurales en los edificios, fracturación de la corteza terrestre y licuefacción del suelo. La licuefacción es especialmente peligrosa en áreas con agua subterránea cerca de la superficie y suelo arenoso.
Es significativo tener en cuenta que estos fenómenos naturales pueden variar en su grado de destrucción dependiendo de la magnitud y las condiciones específicas en cada caso.
Importancia de estudiar los fenómenos naturales
La importancia de estudiar los fenómenos naturales radica en comprender cómo funcionan los organismos y predecir su comportamiento para poder controlar todo aquello que pueda afectar la vida del ser humano. Los fenómenos naturales son cambios que ocurren en la naturaleza sin la intervención humana y pueden tener un impacto positivo o negativo en la vida del hombre.
Estos cambios pueden afectar uno o varios aspectos de la vida humana y es necesario estudiarlos desde distintas disciplinas para considerar todas sus implicaciones, formas de controlarlos y acciones a tomar en caso de generar un impacto relevante en la población o en un hábitat en particular.
Los fenómenos naturales se clasifican en cuatro grupos según el espacio de la naturaleza que se vea afectado:
- Fenómenos naturales hidrológicos: se producen en las masas de agua e incluyen oleajes, mareas, oleajes de tempestad, tsunamis y maremotos.
- Fenómenos naturales meteorológicos: se producen considerando el clima, como lluvia, granizo, vientos, huracanes, tifones, ciclones, tornados y sequías.
- Fenómenos naturales geofísicos: están relacionados con la superficie terrestre, como temblores, avalanchas, movimientos sísmicos y erupciones volcánicas.
- Fenómenos naturales biológicos: son causados por seres vivos de la propia naturaleza, como la “marea roja” que afecta el ecosistema.
Estudiar los fenómenos naturales desde distintas disciplinas permite prevenir desastres geológicos, programar cultivos que potencien el crecimiento económico, proteger especies marinas y prevenir las consecuencias de tsunamis e inundaciones. Por ejemplo, un estudio geológico combinado con un estudio de ingeniería puede determinar la conveniencia de instalar edificaciones en determinada localidad para prevenir su desplome en caso de temblores o sismos.
Además, predecir los cambios climáticos permite programar los cultivos según su resistencia a estos cambios, garantizando el éxito de las actividades agrícolas. El estudio de las corrientes marinas y la fauna marina permite determinar el momento ideal para la actividad pesquera y prevenir la desaparición de especies por la pesca indiscriminada en épocas de reproducción. Asimismo, la combinación de estudios geológicos, hidrológicos y meteorológicos ayuda a prevenir o minimizar las consecuencias de tsunamis e inundaciones causados por terremotos o cambios climáticos violentos.
Estudiar los fenómenos naturales desde distintas disciplinas es fundamental para comprender su funcionamiento, predecir su comportamiento y tomar medidas preventivas que reduzcan los riesgos y las consecuencias negativas para la vida humana.