Los transgénicos son alimentos genéticamente modificados (GM) que tienen un ADN modificado usando genes de otras plantas o animales. Los científicos toman el gen de un rasgo deseado de una planta o animal e insertan ese gen dentro de una célula de otra planta o animal. Esto se realiza a través de la ingeniería genética, la cual puede ser llevada a cabo tanto en plantas como en bacterias y otros microorganismos pequeños. Los alimentos transgénicos también se conocen como organismos genéticamente modificados u OGM.
Algunos ejemplos de cultivos transgénicos incluyen el algodón, el maíz y la soja, que son los principales cultivos transgénicos cultivados en los Estados Unidos. Estos cultivos se utilizan para hacer ingredientes para otros alimentos, como jarabe de maíz, almidón de maíz, aceites de soja, maíz y canola, azúcar de remolacha y alimentos para ganado. Otros cultivos transgénicos incluyen manzanas, papayas, papas y calabaza.
Los posibles beneficios de los alimentos transgénicos incluyen alimentos más nutritivos y apetitosos, plantas resistentes a la sequía y a las enfermedades, menos uso de pesticidas, aumento en el suministro de alimentos a un costo reducido y con una mayor vida útil, crecimiento más rápido en plantas y animales, alimentos con características más deseables y alimentos medicinales que se podrían utilizar como vacunas u otros medicamentos.
Algunas preocupaciones sobre los alimentos transgénicos incluyen la posibilidad de crear alimentos que puedan causar reacciones alérgicas o tóxicas, cambios genéticos inesperados y dañinos, la transferencia inadvertida de genes de una planta o animal transgénico a otra planta o animal no modificado genéticamente, y alimentos que son menos nutritivos. Sin embargo, se ha probado que estas preocupaciones no tienen fundamento. Ninguno de los alimentos transgénicos utilizados actualmente ha causado problemas como los mencionados. Las agencias reguladoras como la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), la Agencia Estadounidense de Protección Ambiental (EPA) y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) evalúan la seguridad de los alimentos transgénicos para los humanos, animales, plantas y el medio ambiente. La Organización Mundial de la Salud y varias organizaciones científicas importantes han revisado investigaciones sobre alimentos transgénicos y no han encontrado evidencia de que sean dañinos. Los alimentos transgénicos son tan seguros como los alimentos convencionales.
Beneficios de los transgénicos en la agricultura
Los transgénicos han demostrado ser una herramienta valiosa en la agricultura moderna, brindando importantes beneficios que impulsan el rendimiento y la producción de los cultivos. Estos beneficios son numerosos y abarcan desde un mayor rendimiento y producción hasta un menor impacto ambiental y una mejor calidad de vida para los agricultores.
- Mayor rendimiento: La utilización de cultivos transgénicos ha permitido obtener un aumento significativo en el rendimiento de los cultivos. Por ejemplo, en Colombia se ha logrado un aumento del 30% en el rendimiento del cultivo de algodón GM y un 17% en el cultivo de maíz GM en comparación con los cultivos convencionales.
- Mayor producción: Los cultivos transgénicos también han demostrado ser altamente productivos. En Colombia, entre 2007 y 2018, se logró producir 567 mil toneladas adicionales de maíz y 68 mil toneladas adicionales de mota de algodón gracias a la adopción de cultivos transgénicos. Lo notable es que estos resultados se obtuvieron sin necesidad de utilizar mayor área, costos y otros recursos en comparación con los cultivos convencionales.
- Ahorro en el uso del suelo: Los cultivos transgénicos permiten maximizar el rendimiento y la producción en un mismo espacio de cultivo. Si no se hubieran utilizado cultivos transgénicos de maíz en Colombia, se habría requerido la siembra de más de 11 mil hectáreas adicionales de tierra agrícola para mantener los niveles de producción con cultivos convencionales.
- Reducción en el uso de plaguicidas: Los cultivos de algodón y maíz transgénico han logrado reducir en un 19% el uso de plaguicidas en 15 años. Esto significa una disminución significativa en la exposición a productos químicos y una mayor seguridad para los agricultores y el medio ambiente.
- Menor consumo de combustible: La reducción en el uso de plaguicidas también ha disminuido la necesidad de mano de obra, tractores y pulverizadoras utilizados en los cultivos convencionales. En Colombia, los cultivos transgénicos han dejado de utilizar 3,28 millones de litros de combustible en 15 años, lo que contribuye a una agricultura más sostenible y amigable con el medio ambiente.
- Menor impacto ambiental: Gracias al ahorro en el uso de plaguicidas, combustible, suelo y mano de obra, los cultivos transgénicos en Colombia han logrado disminuir en un 26% su impacto ambiental en comparación con los cultivos convencionales. Esto se traduce en una menor contaminación del suelo, agua y aire, y en la conservación de los recursos naturales.
- Mejor calidad de vida para los agricultores: La adopción de cultivos transgénicos ha brindado a los agricultores colombianos una mejor calidad de vida. Durante un período de 15 años, han experimentado un aumento significativo en sus ingresos, generando una ganancia promedio de 294 dólares por hectárea de maíz y 358 dólares por hectárea de algodón. Esto ha permitido mejorar sus condiciones económicas y sociales, asegurando un futuro más próspero para ellos y sus familias.
Riesgos y controversias de los transgénicos
Existen más de 2000 estudios científicos que han evaluado la seguridad de los cultivos transgénicos a nivel de salud humana e impacto ambiental, y han establecido un consenso científico sólido y claro: los cultivos transgénicos no presentan mayor riesgo que los desarrollados por técnicas de mejoramiento convencional.
Las principales asociaciones científicas, como PNAS, la Academia Nacional de Ciencias, la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, la Asociación Médica Americana, la Comisión Europea y la Royal Society of Medicine, han reconocido la seguridad de los cultivos transgénicos y sus potenciales beneficios. Más de 270 instituciones científicas y organizaciones respaldan la seguridad de los cultivos transgénicos.
En cuanto a la salud humana, no se ha documentado ningún efecto perjudicial por el consumo de transgénicos en la literatura científica. La Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, la Asociación Médica Americana, las Academias Nacionales de la Ciencia y la Sociedad Real de Medicina han declarado que no se ha informado de ningún efecto para la salud en la población humana por el consumo de transgénicos.
En relación al medio ambiente, los cultivos transgénicos se plantan en condiciones similares a los cultivos convencionales. El polen se esparce en el medio ambiente de la misma manera que el de los cultivos convencionales. Existen preocupaciones sobre los efectos de los OGM en el medio ambiente, como el flujo genético y la aparición de resistencias a pesticidas. Sin embargo, las agencias regulatorias evalúan el potencial de las plantas transgénicas de afectar a organismos aparte del objetivo antes de aprobar su uso comercial.
El uso de ciertos cultivos transgénicos ha permitido la reducción en el uso de pesticidas y herbicidas. Por ejemplo, el uso de cultivos resistentes al herbicida glifosato ha reducido el uso de herbicidas más tóxicos y con mayor permanencia en el medio ambiente. Entre 1996 y 2013, el uso de cultivos transgénicos permitió una reducción global en el uso de pesticidas de 553 millones de kilos de ingrediente activo, una disminución del 8,6%.
- Los cultivos transgénicos han sido evaluados individualmente para verificar su seguridad para el consumo humano y para el medio ambiente.
- Existe un consenso científico sólido y claro que respalda que los cultivos transgénicos no presentan mayor riesgo que los desarrollados por técnicas de mejoramiento convencional.
- Más de 2000 estudios científicos han evaluado la seguridad de los cultivos transgénicos a nivel de salud humana e impacto ambiental.
- Las principales asociaciones científicas y más de 270 instituciones respaldan la seguridad de los cultivos transgénicos.
- No se ha documentado ningún efecto perjudicial por el consumo de transgénicos en la salud humana.
- Los cultivos transgénicos se plantan en condiciones similares a los cultivos convencionales.
- Las agencias regulatorias evalúan el potencial de las plantas transgénicas de afectar a organismos aparte del objetivo antes de aprobar su uso comercial.
- El uso de ciertos cultivos transgénicos ha permitido la reducción en el uso de pesticidas y herbicidas.
- Entre 1996 y 2013, el uso de cultivos transgénicos permitió una reducción global en el uso de pesticidas de 553 millones de kilos de ingrediente activo, una disminución del 8,6%.
Alimentos transgénicos más consumidos en México
En México, los alimentos transgénicos más consumidos son el maíz, la soja y el algodón. Estos cultivos modificados genéticamente son ampliamente utilizados en la industria alimentaria y forman parte de muchos productos que consumimos a diario. Es importante destacar que aproximadamente el 50% del maíz que se consume en México es de origen transgénico y se importa del extranjero.
Además del maíz, también se cultivan en México otros alimentos transgénicos como la alfalfa, la canola, el frijol, el limón mexicano, el trigo, la naranja valencia, el tomate y el arroz. Estos cultivos han sido modificados genéticamente para mejorar sus características, como resistencia a plagas o enfermedades, mayor rendimiento o beneficios nutricionales.
Es crucial mencionar que la liberación legal de transgénicos en México comenzó en 1988, con la autorización de la siembra experimental de tomate transgénico. Posteriormente, en 2005 se promulgó la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (lBOGM), la cual estableció un régimen de tres fases para la liberación de transgénicos: liberación experimental, programas piloto y liberación comercial. Esta ley busca regular y garantizar la seguridad y transparencia en el uso de organismos genéticamente modificados en el país.
Regulación de los transgénicos en México
En México, la regulación de los transgénicos está a cargo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM). Esta comisión es responsable de establecer y supervisar las normas y procedimientos para la liberación y comercialización de alimentos transgénicos en el país. Para que un alimento transgénico pueda ser comercializado, debe pasar por un proceso riguroso de regularización y verificación
Los estándares de calidad incluyen la caracterización molecular, el análisis composicional y la comparación de características entre el cultivo modificado y el no modificado. Esto garantiza que los alimentos transgénicos cumplan con los requisitos de seguridad y calidad para su consumo.
El recorrido que debe seguir un alimento transgénico en México está regulado por la CIBIOGEM. El primer paso es tramitar un permiso que autorice la liberación del organismo genéticamente modificado (OGM) al ambiente. Luego, la solicitud se envía a la SAGARPA (SADER) para su evaluación y análisis. Finalmente, el producto se inscribe en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales (CNVV), donde la información se vuelve accesible al público en general.
Además, para que los OGMs puedan ser utilizados como alimentos para la población en general, es necesario que cuenten con un permiso de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). La solicitud debe incluir los artículos del 23 al 32 del Reglamento de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, los cuales detallan el tipo de alimento, la modificación realizada, el procedimiento de mejora y un informe de la razón por la que se eligió esa técnica de transformación.
- La regulación de los transgénicos en México está a cargo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM).
- Los alimentos transgénicos deben cumplir con un riguroso proceso de regularización y verificación antes de ser comercializados.
- El recorrido que debe seguir un alimento transgénico en México incluye la obtención de un permiso de liberación ambiental, evaluación por parte de la SAGARPA (SADER) y su inscripción en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales (CNVV).
- Para ser utilizados como alimentos, los OGMs deben contar con el permiso de la COFEPRIS y cumplir con los requisitos establecidos en el Reglamento de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados.
Ventajas y desventajas de los cultivos transgénicos
Los cultivos transgénicos, también conocidos como alimentos genéticamente modificados (GM), han sido objeto de un intenso debate. A continuación, discutiremos algunas de las ventajas y desventajas de estos alimentos.
Ventajas de los alimentos transgénicos
- Aumento de la producción de alimentos sin necesidad de ampliar el área de cultivo: Los cultivos transgénicos pueden ser modificados genéticamente para que sean más resistentes a plagas y enfermedades, lo que reduce la necesidad de utilizar pesticidas y herbicidas. Esto permite un aumento en la producción de alimentos sin la necesidad de expandir la superficie de cultivo, lo cual es especialmente beneficioso en un mundo donde la demanda de alimentos está en constante crecimiento.
- Posibilidad de solucionar problemas de hambruna e inanición: Los cultivos transgénicos ofrecen la promesa de solucionar problemas de hambruna e inanición en algunas zonas del mundo. Al ser modificados genéticamente, pueden ser adaptados para crecer en condiciones difíciles, como suelos pobres en nutrientes o climas extremos. Esto significa que pueden cultivarse en regiones donde los cultivos convencionales no pueden sobrevivir, lo que potencialmente podría mejorar la seguridad alimentaria en dichas áreas.
- Mejora en la salud de los consumidores: Los alimentos transgénicos también pueden ser modificados para mejorar la salud de los consumidores. Por ejemplo, se puede aumentar la cantidad de ciertos nutrientes en los cultivos, lo cual puede ser beneficioso para personas con deficiencias nutricionales. Asimismo, se ha logrado desarrollar variedades de cultivos transgénicos que producen grasas más saludables, como ácidos grasos omega-3, lo cual podría tener un impacto positivo en la salud cardiovascular.
Desventajas de los alimentos transgénicos
- Intenso debate entre detractores y defensores: Existen inconvenientes asociados a los alimentos transgénicos que han generado un intenso debate entre sus detractores y defensores. Algunas preocupaciones se relacionan con los posibles efectos negativos sobre el medio ambiente, la biodiversidad y la salud humana. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que los diferentes estudios científicos han arrojado resultados diversos y que el tema aún está en discusión.
- Dificultad para diferenciarlos de los alimentos naturales: Una de las críticas más frecuentes hacia los alimentos transgénicos es que no se diferencian fácilmente de los alimentos naturales. Esto puede generar confusión en los consumidores, especialmente aquellos que desean evitar el consumo de estos productos por diversas razones, como preocupaciones éticas o de salud. Además, la falta de distinción en el etiquetado puede dificultar aún más la identificación de si un alimento es transgénico o no.
- Falta de información clara en el etiquetado: La información sobre si un alimento es transgénico puede no estar claramente indicada en el etiquetado, dependiendo de la legislación vigente en cada país. Esto puede dificultar la toma de decisiones informadas por parte de los consumidores, quienes pueden desear evitar el consumo de alimentos genéticamente modificados por diversas razones personales. La transparencia en el etiquetado de los alimentos es fundamental para garantizar la libertad de elección del consumidor.
Postura de México sobre los transgénicos
México ha adoptado una postura restrictiva con respecto a los transgénicos, específicamente limitando las importaciones de maíz genéticamente modificado para proteger su biodiversidad. En febrero, se prohibió la importación de maíz transgénico destinado al consumo humano, lo cual incluye la producción de la tortilla, uno de los elementos fundamentales de la gastronomía mexicana. Esta medida ha generado una disputa comercial con Estados Unidos, quien argumenta que viola el tratado comercial entre ambos países, conocido como el TMEC.
El Gobierno de Joe Biden sostiene que la postura de México carece de respaldo científico, argumentando que no se ha demostrado que los cultivos transgénicos tengan una mayor afectación en la salud o en la biodiversidad. Por otro lado, México sostiene que esta prohibición es necesaria para proteger su patrimonio agrícola y mantener su diversidad biológica. En caso de que México pierda la disputa, se estima que el sector agrícola podría sufrir pérdidas económicas significativas, que podrían alcanzar entre 5.000 y 6.000 millones de dólares.
Esta controversia pone de manifiesto la divergencia de opiniones en torno a los transgénicos, tanto a nivel nacional como internacional. Mientras algunos argumentan que estos cultivos representan una oportunidad para aumentar la productividad y hacer frente a los desafíos alimentarios, otros expresan preocupación por los posibles impactos negativos en la salud humana y en el medio ambiente. En México, esta discusión está en curso y es clave analizar de manera objetiva las evidencias científicas disponibles para tomar decisiones informadas sobre los transgénicos.
Efectos de los transgénicos en la salud humana
Los transgénicos han sido objeto de preocupación debido a los posibles efectos que pueden tener en la salud humana. Estos efectos pueden incluir la aparición de nuevas alergias, resistencias a antibióticos, la presencia de nuevos tóxicos en los alimentos, el aumento de la contaminación y la disminución de la capacidad de fertilidad.
- La introducción de nuevas proteínas en los alimentos a través de los transgénicos puede potencialmente desencadenar alergias en algunas personas. Por ejemplo, en Estados Unidos se encontraron trazas de un maíz transgénico no autorizado en el Maíz Starlink, lo cual provocó reacciones alérgicas.
- Algunos transgénicos utilizan genes antibióticos como marcadores, lo que puede llevar a la aparición de resistencias a antibióticos en bacterias patógenas para el ser humano.
- Además, se ha encontrado la presencia de nuevos tóxicos en los alimentos debido a la utilización de cultivos Bt o proteínas utilizadas como marcadores en los transgénicos.
- El incremento en el uso de productos químicos en la agricultura para el cultivo de transgénicos también puede conducir a una mayor contaminación de los alimentos.
- Un estudio austriaco mostró que los ratones alimentados con maíz modificado genéticamente tuvieron una descendencia menor que aquellos alimentados con maíz convencional, lo que indica una posible disminución en la capacidad de fertilidad.
Recientemente, científicos franceses realizaron un estudio sobre tres variedades de maíz transgénico, incluyendo el maíz MON 810. En este estudio, se encontraron evidencias de riesgos para la salud en parámetros sanguíneos asociados con las funciones renales y hepáticas. Los cambios observados en los maíces transgénicos siguen patrones típicos de disrupciones en el sistema metabólico. Es significativo mencionar que este estudio fue realizado a través de ensayos presentados por la multinacional Monsanto y revisados por investigadores independientes.
A pesar de estas preocupaciones, es vital destacar que los transgénicos han sido aprobados por las autoridades europeas para su importación y consumo en la alimentación humana y animal en Europa. Sin embargo, es fundamental continuar investigando y evaluando los posibles riesgos para la salud asociados con los transgénicos, con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria de la población.
Alternativas a los transgénicos en la agricultura
Existen alternativas a los transgénicos en la agricultura que promueven prácticas más tradicionales y respetuosas con el medio ambiente. Dos de estas alternativas son la agricultura tradicional y la agricultura ecológica.
La agricultura tradicional se refiere a los métodos de cultivo que no involucran la modificación genética de las plantas, animales o microorganismos. En estos métodos se utilizan semillas y técnicas de crianza convencionales, evitando la manipulación genética. La agricultura tradicional busca preservar la diversidad de las especies y mantener un equilibrio natural en los ecosistemas agrícolas.
Por otro lado, la agricultura ecológica se basa en prácticas sostenibles que promueven la biodiversidad, evitan el uso de productos químicos sintéticos y priorizan el uso de recursos naturales. En este tipo de agricultura se busca minimizar el impacto ambiental y promover la salud del suelo, las plantas, los animales y los seres humanos. Los productos obtenidos de la agricultura ecológica suelen ser muy valorados por su calidad y por su respeto hacia el medio ambiente.
Las alternativas a los transgénicos en la agricultura, como la agricultura tradicional y la agricultura ecológica, ofrecen una opción más natural y consciente para la producción de alimentos. Estas prácticas buscan garantizar la seguridad alimentaria y promover la sostenibilidad a largo plazo. Aunque los transgénicos pueden tener ventajas en términos de productividad, es relevante considerar los posibles riesgos para la salud humana y el medio ambiente antes de optar por su uso.