El hombre que atropelló a dos policías en el perímetro de seguridad del Capitolio de Estados Unidos murió muerto tras el ataque, según confirmaron las autoridades, en un incidente que ocurrió tres meses después de la violenta toma del Congreso.
Un agente de policía murió y otro resultó herido el viernes después de que el conductor los atropellara.
El sospechoso salió del vehículo con un cuchillo en la mano y no respondió a las advertencias de los agentes en el lugar, tras lo cual los policías le dispararon.
Las autoridades informaron de que el sospechoso murió poco después de las 13:30 horas (17:30 GMT), pero aún no han dado detalles sobre su identidad.
Varios medios estadounidenses informaron de que se llamaba Noah Green, indicaron que era un hombre negro originario de Indiana y publicaron algunos extractos de su perfil de Facebook, ahora desactivado.
Según las capturas de pantalla difundidas, el sospechoso expresaba su simpatía por el líder del movimiento Nación del Islam, Louis Farrakhan, un nacionalista negro conocido por su antisemitismo.
Por el momento, las autoridades no consideran el incidente como un acto relacionado con el “terrorismo” e indicaron que no hay ninguna amenaza en curso.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo estar devastado por el incidente.
“Jill (su esposa) y yo estamos desconsolados tras conocer el violento ataque en un control de seguridad en el Capitolio de Estados Unidos“, dijo en un comunicado.
El presidente ofreció sus “sentidas condolencias” a la familia del policía fallecido e indicó que había ordenado que la bandera de la Casa Blanca y de los edificios gubernamentales estuviera a media asta.
El agente fallecido fue identificado como William F. Evans, que tenía 18 años de servicio. El otro agente se encuentra estable y fuera de peligro.