Aunque el tema del aborto no ha dejado de generar polémica, hay algunos lugares del mundo que han dado mucho más que hablar. Uno de los más recientes es Texas, donde entró en vigor una ley que prohíbe esta práctica a las seis semanas de gestación, justo cuando se puede detectar el latido del feto, independientemente de que se trate de un caso de incesto o violación.
La legislación también establece que cualquier ciudadano puede denunciar a las clínicas o a cualquier persona involucrada en la interrupción de un embarazo, aunque sólo “ayude o instigue” a una mujer a someterse al procedimiento, que tendría una recompensa de hasta 10 mil dólares si tiene éxito.
Sin embargo, no se puede demandar a quienes se someten al procedimiento.
La ley antiaborto de Texas, en muchos casos, ni siquiera permite a la mujer saber si está embarazada cuando no tiene otra opción.
Por un lado, quienes apoyan que la interrupción del embarazo es un derecho, afirman que se ha abierto una puerta a un sinfín de demandas.
Nancy Pelosi, líder de los demócratas en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, considera que esta ley anima a la gente a convertirse en cazadores de recompensas.
Mientras que Kimberlyn Schwartz, portavoz de Texas Right to Life, la mayor asociación antiabortista del estado, asegura que “esto no es un incentivo para perseguir a los proabortistas”. La idea de una recompensa, los 10.000 dólares, es un concepto que ya existe en la ley de Texas.”
“La industria del aborto intenta hacer ver que Texas va a ser el salvaje oeste, pero no hemos creado nada nuevo”, subraya al defender la ley.
La asociación celebra esta ley antiabortista, e incluso lanzó en agosto una página web en la que ofrece consejos sobre supuestas violaciones y el asesoramiento de un abogado para iniciarse en las demandas.
A través de vídeos, Texas Right to Life llama a la gente a denunciar a los que violan la ley.
“Si tienes pruebas de un aborto después de que el latido del bebé sea audible, puedes denunciarlo de forma anónima en prolifewhistleblower.com”.
Desde la aprobación de la ley antiaborto que, ante denuncias infundadas señala que la víctima no puede reclamar el reembolso de los gastos judiciales, las protestas en Estados Unidos se han hecho visibles. Se están notando las dos ideologías: los que están a favor y los que no.
El gobierno de Joe Biden ha buscado la manera de contrarrestar legalmente esta ley, que al mismo tiempo el Tribunal Supremo de Estados Unidos se ha negado a suspender.
Con información de EFE y AFP