Greg Abbott, gobernador del estado de Texas, autorizó un monto de 250 millones de dólares para continuar la construcción del muro fronterizo como parte de su política contra los migrantes que cruzan ilegalmente a Estados Unidos.
En una rueda de prensa desde Austin, el gobernador denunció que “la administración de Joe Biden ha abandonado sus responsabilidades para asegurar la frontera y los tejanos están sufriendo las consecuencias de ello”.
“Se están destruyendo propiedades, se están introduciendo drogas ilegales y armas en las comunidades de todo el estado, las fuerzas del orden tienen que redirigir los recursos y los jueces y alcaldes de los condados se enfrentan a gastos vertiginosos”, añadió.
Abbott firmó un documento que ordena la contratación de un jefe de proyecto para coordinar a los contratistas y subcontratistas necesarios para levantar el muro.
El gobernador Abbott también señaló que el presupuesto estatal destinará 1.100 millones de dólares a la seguridad fronteriza.
Los migrantes indocumentados que crucen la frontera ilegalmente en Texas podrían ser arrestados y enfrentar cargos estatales bajo un nuevo y duro plan anunciado el 10 de junio por el gobernador Abbott.
Abbott dijo que los migrantes serán detenidos por agentes del Departamento de Seguridad Pública de Texas y podrían enfrentarse a cargos de allanamiento, tráfico de drogas, tráfico de personas o daños a la propiedad, entre otros.
Durante una cumbre de seguridad fronteriza a la que asistieron representantes de diferentes departamentos de policía del estado, el gobernador republicano anunció el plan que busca poner freno a lo que considera una “crisis que está fuera de control”.
Para lograrlo, Abbott estableció el primer Grupo de Trabajo de Seguridad Fronteriza del Estado de Texas, que incluirá a varias agencias estatales, entre ellas la Oficina del Fiscal General, y el sistema penitenciario estatal.