El miércoles por la noche se registró un fuerte terremoto de magnitud 8,2 frente a la costa de la península de Alaska que, debido a su gran intensidad, activó la alerta de tsunami, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El epicentro se situó a 91 km al sureste de la localidad de Perryville, un pequeño pueblo situado a unos 800 km de Anchorage, la mayor ciudad de Alaska.
La alerta de tsunami afecta al sur de Alaska y a la península de Alaska. Además, el gobierno de Estados Unidos ha emitido una alerta de tsunami para el sureste de Alaska.
En un primer momento, el sistema de alerta de tsunami de Estados Unidos advirtió de “olas peligrosas”; sin embargo, dos horas después actualizó su previsión y aseguró que no superarían los 30 centímetros.
En Kodiak, una isla situada frente a la costa de Alaska y habitada por unas 6.000 personas, se activaron las alertas de tsunami y las autoridades advirtieron de que podría producirse en torno a las 23:55 hora local (07:55 GMT). Pero finalmente no se registró ninguno, según la radio local KMXT.
Los vídeos difundidos en las redes sociales por periodistas y residentes locales mostraban a los habitantes de Kodiak alejándose de la costa, con el sonido de las alarmas de fondo.
También se activó una alerta de tsunami en Hawai, donde se pidió a la población que se mantuviera lo más alejada posible de la playa, pero dos horas después se desactivó.
Apenas 90 minutos después del terremoto, se registraron al menos cinco réplicas, siendo 6,2 la de mayor magnitud, según el USGS.
En octubre, un terremoto de magnitud 7,5 provocó olas de tsunami en la costa sur de Alaska, pero no se registraron daños.
Alaska está situada en el “Cinturón de Fuego” del Pacífico, lo que la convierte en una zona de gran actividad sísmica donde las placas tectónicas chocan con frecuencia.
En marzo de 1964, Alaska sufrió un terremoto de magnitud 9,2, el más fuerte jamás registrado en Norteamérica. Devastó Anchorage y provocó un tsunami que arrasó el Golfo de Alaska, la costa oeste de Estados Unidos y Hawai.
Más de 250 personas murieron a causa del terremoto y el tsunami que lo siguió.