Al menos 38 personas han muerto tras una aparente estampida humana ocurrida esta madrugada mientras decenas de miles de judíos celebraban la fiesta de Lag Baomer en el norte de Israel, en un evento que ha sido el más multitudinario en el país desde el inicio de la pandemia de COVID-19.
Casi 40 asistentes murieron aplastados y más de 100 resultaron heridos. Decenas se encuentran en estado crítico, según los servicios de emergencia, que están evacuando a los afectados para que reciban atención médica y han habilitado un hospital de campaña tras uno de los incidentes más trágicos de la historia reciente de Israel.
Todavía se desconoce la causa exacta del accidente. Pudo deberse a un escenario que se derrumbó, a lo que se habría sumado la aglomeración de personas en la zona, dijo a Efe un portavoz del servicio de emergencias israelí United Hatzalah.
“Nuestros voluntarios en la zona explican que hubo un colapso debido al exceso de gente y que ésta cayó encima”, lo que provocó que muchos “huyeran del lugar” y se encontraran con una situación de mayor aglomeración, añadió.
La festividad de Lag Baomer, a la que asistieron decenas de miles de judíos ultraortodoxos que celebraban la fiesta con cánticos y bailes en el monte Meron de Galilea, transcurrió sin mayores restricciones después de que Israel volviera a la casi normalidad tras una rápida vacunación contra el coronavirus.
El Ejército israelí se desplazó para ayudar en la evacuación de los heridos y proporcionar “tratamiento médico” sobre el terreno.
Según los medios de comunicación locales, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el incidente de “terrible desastre”.