Tras algo más de cinco horas de diálogo, la segunda ronda de negociaciones entre el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición venezolana ha concluido en torno a las cinco de la tarde del sábado en un “ambiente de cordialidad y disposición por ambas partes”, ha dicho a la prensa Jorge Rodríguez, jefe de la representación gubernamental, en breves declaraciones.
Dijo que durante la reunión se trabajaron acuerdos parciales de abastecimiento para el pueblo venezolano.
“Esta es una muy buena oportunidad para que los venezolanos recuperen su derecho a la libertad económica y estamos muy pendientes de que se restablezcan todas las garantías económicas que se le quitaron al pueblo venezolano”, dijo.
También reconoció que el trabajo realizado hasta ahora ha sido muy agotador, y dijo: “Tenemos que verlo terminado”.
Preguntado por la liberación de presos políticos en el país sudamericano, Rodríguez se limitó a señalar que había “un acuerdo y una agenda” que se trataría en su totalidad.
La oposición venezolana, liderada por Juan Guaidó, ha exigido hoy sábado que “la liberación de los presos políticos” no sean “concesiones arbitrarias” por parte del Gobierno de Nicolás Maduro y que, por tanto, no impliquen “cálculo político”.
“La liberación de los presos políticos no debe ser una concesión arbitraria de la dictadura, ni parte de su aberrante cálculo político”, escribió la ex diputada Olivia Lozano en Twitter, un mensaje del que luego se hizo eco un comunicado de la oposición.
La organización no gubernamental venezolana Foro Penal denunció el lunes que hay 264 personas detenidas en el país que son consideradas “presos políticos”, una menos que en el informe del 25 de agosto. La organización ha pedido que los detenidos no sean utilizados como “moneda de cambio” en el diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, que se inició en México el 13 de agosto.
El diálogo entre la oposición y el gobierno venezolano inició el viernes su segunda fase en México.
Esta segunda fase sigue a las primeras conversaciones celebradas en nuestro país del 13 al 15 de agosto, cuando las delegaciones del gobierno de Maduro y de la opositora Plataforma Unida de Venezuela firmaron un memorando de entendimiento en el Museo de Antropología para fijar una agenda común.
A través de este proceso auspiciado por Noruega, en el que México participa sólo como mediador, la oposición pide elecciones “libres” en los comicios regionales del 21 de noviembre, mientras que el presidente Maduro busca el levantamiento de las sanciones internacionales.