La salvadoreña Victoria Salazar, quien murió en Tulum, Quintana Roo, tras ser sometida por policías, fue enterrada este domingo en un cementerio de la ciudad de Sonsonate en presencia de familiares y amigos cercanos.
El féretro con los restos mortales de Victoria fueron trasladados en un auto blanco desde una funeraria de Sonsonate, hasta un cementerio privado en La Generosa, en las afueras de la ciudad.
“Este día la familia le ha dado cristiana sepultura a Victoria, y amigos cercanos han asistido al funeral”, dijo a la AFP un portavoz de la Casa Presidencial, cuyo gobierno del presidente Nayib Bukele, brindó apoyo a la familia para repatriar el sábado el cuerpo de la mujer desde México.
La víctima, de 36 años, llevaba cinco años viviendo en México y murió el 27 de marzo tras ser sometida por la policía en Tulum. Tenía dos hijas de 15 y 16 años.
Este domingo, el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, tras lamentar la muerte de Salazar en una rueda de prensa, indicó que debe conmover a los gobiernos no sólo de El Salvador sino también de México y Estados Unidos para que defiendan y respeten “los derechos de los migrantes”.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de Quintana Roo informó el sábado que los cuatro policías acusados de la muerte de Salazar, entre ellos una mujer, fueron acusados formalmente tras ser capturados el día de los hechos.
El juez encargado del caso determinó que la fiscalía presentó elementos suficientes para “acreditar la probable participación de los cuatro policías en el delito de feminicidio”, por lo que se les dictó prisión preventiva, según un comunicado.
La familia de la víctima ha pedido que su muerte no quede impune, y Bukele ha exigido justicia en este caso.