MÚZQUIZ. Familiares de mineros del ejido Rancherías, en el municipio de Múzquiz, Coahuila, afirman que día a día tienen miedo de no ver a sus parientes cuando van a trabajar a los yacimientos de carbón. “Vivimos con el rosario en la mano”, coinciden los habitantes de esta región donde el viernes pasado siete trabajadores quedaron atrapados al derrumbarse una veta.
Las hermanas Lozano, parientes de los mineros, dicen saber cómo se sienten las familias. “Lo vivimos cuando explotó el yacimiento de Barroterán, allá por 1951 en Sabinas“, dice una de ellas. Comentan que su padre los apoyó en esa desgracia y en otras que han ocurrido. “Siempre estamos con el rosario en la mano, porque no es la primera vez que lo vivimos”, agregó la señora Lozano.
Las hermanas Lozano recordaron que antes había una unión y ponían banderas negras en señal de luto cada vez que ocurría una tragedia.
“En Rancherías siempre hemos estado muy unidos y aquí se está notando.
Quién participa en los rescates, los mineros o sus familiares que están dentro”, dice una de ellas.
Las mujeres Lozano venden tacos en Rancherías. Pero en esta ocasión llevaron su comida al lugar del accidente para entregarla a quienes trabajan en la búsqueda de los mineros y a las familias que esperan encontrar a sus seres queridos.
“Cuando sucede una tragedia nos solidarizamos y en esta ocasión decidimos no vender y llevar tacos y aguas frescas para apoyar a las familias”, dice una de las señoras Lozano.
En la comunidad de Rancherías las únicas fuentes de empleo son la minería y el comercio. Durante generaciones, los habitantes se han dedicado a trabajar en los yacimientos de carbón, como Misael, que ya había trabajado en la mina y ahora busca a su suegro que lleva más de dos años trabajando allí.
Misael dejó el trabajo en las minas porque era arriesgado y para dar tranquilidad a su familia, pero ayer tuvo que volver al filón, pero para buscar a su suegro, que es uno de los siete mineros que quedaron atrapados.
“No nos dejan ver nada, pero no creo que haya más gente viva. Yo estoy en las labores de rescate porque ya había trabajado aquí”, dijo un consternado Misael.
Por otro lado, Misael comentó que un gran número de soldados y personas están trabajando duro para encontrar a los mineros: “Ya hemos encontrado a uno y será cuestión de tirar bien de las bombas porque tenemos esperanza. Todo puede pasar”.
Durante las primeras horas de ayer, elementos y cuerpos de auxilio anunciaron que estaban cerca de rescatar a tres de los siete hombres, sin embargo, después de unas horas sólo localizaron a uno de ellos, pero ya no tenía signos vitales, por lo que se anunció oficialmente el primer fallecimiento.
La primera víctima de este accidente minero llevaba el nombre de Mauricio.
Su suegra, Olga Ramírez, visiblemente conmocionada y llorando, comentó a los medios de comunicación que su familiar fue encontrado en el acceso al cerco establecido por los militares. “Lo encontraron a las cinco, donde dijeron que había tres personas, pero sólo localizaron a una”.
“Mauricio es de Paláu, tenía mucho tiempo trabajando, muchos años trabajando en minas de arrastre, en pozos”, confirmó Olga Ramírez.
Doña Olga dijo que los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional le permitieron ingresar a la zona donde fue depositado el cuerpo de Mauricio porque su esposa e hija estaban muy angustiadas y necesitaban apoyo moral.
Las labores de rescate continuaron ayer con personal de rescate y seguridad del estado de Coahuila, voluntarios y personas que llegaron a colaborar desde el estado de Nuevo León.
Nazira Zogbi Castro, Secretaria del Trabajo en Coahuila, destacó la fraternidad y el apoyo que han sido claves en estas casi 40 horas de trabajo, desde el mediodía del pasado viernes. “No ha quedado ni un solo minuto para realizar las labores de rescate de los hermanos mineros, ese es el objetivo del Gobierno y de cada una de las más de 100 personas que apoyan estas labores de rescate que se han empleado desde que se conoció esta trágica noticia.”
El funcionario estatal agradeció al gobierno de Nuevo León, así como a las empresas mineras vecinas que han enviado grupos de expertos que están apoyando al máximo en las labores de rescate.
Por su parte, el gobernador Miguel Ángel Riquelme, ante los cuestionamientos de por qué la mina estaba operando cuando había sido cerrada, comentó: “No quiero entrar en una polémica de quién le dio permiso a la mina para trabajar, es un tema federal…”. Los tres niveles de gobierno están trabajando juntos y lo principal es el rescate de los mineros”.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) negó que la mina que se derrumbó e inundó en Múzquiz sea su proveedora de carbón. Con información de Mariana González, Lauro Villegas y Marcela Delgado/ El Sol de La Laguna y Alfredo Maza