Windows 11, la primera actualización del popular sistema operativo para ordenadores desde 2015, ya está disponible de forma gratuita para los usuarios de Windows 10.
Aunque todavía no era accesible, el nuevo software ya se mostró al público por primera vez en un evento digital celebrado el pasado mes de junio, en el que se pudo ver un sistema operativo con un diseño renovado y una apuesta por las funciones multitarea.
Microsoft ha decidido trasladar el menú Inicio y los iconos de las aplicaciones más utilizadas desde la esquina inferior izquierda de la pantalla (donde están en Windows 10) al centro, y ha añadido una función multitarea que permite asignar diferentes tamaños y formas a las ventanas.
Además del cambio de posición, el menú de Inicio se convierte en una especie de lanzador adaptado a cada usuario, con las esquinas redondeadas y destacando, por ejemplo, los documentos utilizados recientemente o las aplicaciones favoritas.
En cierta medida, la renovación del diseño de Windows 11 acerca a Microsoft al de su principal competidor en el mercado de los sistemas operativos para ordenadores, Apple, cuya interfaz ya cuenta con muchas de las características que ahora adopta la compañía de Redmond (Washington, EE UU).
En una apuesta por la interoperabilidad entre dispositivos, Windows 11 es compatible con las aplicaciones para teléfonos móviles con el sistema operativo Android, creado por Google, de forma que éstas pueden descargarse en el ordenador desde la tienda de aplicaciones de Amazon.
En una entrevista realizada en junio, el responsable de Windows, Panos Panay, explicó que todos los cambios de Windows 11 se hicieron con el objetivo de “poner al ser humano en el centro”.
El directivo aseguró que el desplazamiento del botón de inicio, aunque pueda parecer trivial, responde a una estrategia mucho más amplia que ha guiado todo el rediseño del sistema operativo informático más utilizado del mundo: que sea el software el que se adapte a la persona y no al revés.