La candidata de izquierdas Xiomara Castro se situaba en cabeza con el 53,44% de las elecciones presidenciales hondureñas, por el 34,01% de la candidata oficialista Nasry Asfura, con el 16% de las actas escrutadas, según el recuento oficial del Consejo Nacional Electoral.
Al cierre de los comicios, el Consejo Nacional Electoral (CNE) dijo que más de 2,7 millones de personas habían emitido su voto, una cifra que el organismo calificó de participación masiva, con más votos aún por contar.
El presidente del CNE, Kelvin Aguirre, dijo que ya se había superado la participación total de las elecciones de hace cuatro años. En muchos centros de votación de la capital se veían largas colas. A nivel nacional, unos 5,2 millones de hondureños estaban llamados a votar.
Las elecciones son el último punto de tensión política en Centroamérica, desde donde parten miles de migrantes hacia México y Estados Unidos, además de ser un punto de tránsito clave para el narcotráfico, y donde ha crecido la preocupación por los gobiernos cada vez más autoritarios.
La votación también provocó tensiones diplomáticas entre Pekín y Washington después de que Castro dijera que abriría relaciones diplomáticas con China, restando importancia a los lazos con Taiwán, apoyado por Estados Unidos.
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