Los cólicos en bebés son episodios de llanto intenso y prolongado que pueden ser desconcertantes para los padres. Aunque las causas exactas de los cólicos en bebés no se conocen con certeza, se han explorado varios factores que podrían contribuir a ellos. Vamos a ver algunas de las principales causas:
- Aparato digestivo no desarrollado: Los bebés tienen un sistema digestivo inmaduro que aún no está completamente desarrollado, lo que puede dificultar la digestión y causar cólicos.
- Desequilibrio de bacterias saludables: Un desequilibrio en las bacterias saludables en el tracto digestivo del bebé puede contribuir a los cólicos.
- Alergias alimentarias o intolerancias: Algunos bebés pueden tener alergias o intolerancias a ciertos alimentos, lo que puede desencadenar cólicos.
- Alimentación incorrecta: La alimentación inadecuada, como dar al bebé demasiada o muy poca comida, o no hacer eructar al bebé después de comer, también puede ser una causa de los cólicos.
- Síndrome de migraña infantil: Algunos estudios sugieren que el cólico en bebés puede estar relacionado con una forma temprana de migraña infantil.
- Estrés familiar y ansiedad: El estrés y la ansiedad en el entorno familiar pueden influir en los cólicos de un bebé.
¿Pero qué debemos tener en cuenta? Primero, es crucial destacar que no se han identificado factores de riesgo claros para los cólicos en bebés. Tampoco se ha encontrado una asociación significativa entre el riesgo de cólicos y el sexo del niño, embarazos prematuros o a término, o el tipo de alimentación (fórmula o lactancia materna).
Si bien el cólico en sí no causa problemas médicos a corto o largo plazo en un niño, puede generar estrés en los padres. Se ha asociado con un mayor riesgo de depresión posparto en las madres, cese anticipado de la lactancia materna y sentimientos de culpa, agotamiento, impotencia o ira. Es crucial que los padres reciban información y apoyo para calmar a un bebé que llora debido a los cólicos.
Cuáles son los síntomas de los cólicos en bebés
Los cólicos en los bebés son episodios de llanto inconsolable y sin razón aparente que pueden causar preocupación en los padres. Algunos de los síntomas más comunes de los cólicos en bebés son:
- Llanto prolongado: El bebé llora a todo pulmón durante horas seguidas, sin poder ser consolado fácilmente.
- Inicio y finalización: Los cólicos suelen comenzar alrededor de las seis semanas de vida y, en la mayoría de los casos, desaparecen hacia la doceava semana.
- Estado general del bebé: A pesar de los cólicos, el bebé no presenta otros síntomas de enfermedad. Continúa succionando normalmente, tiene un sano apetito y produce heces normales.
- Signos de alerta: Si el bebé presenta succión debilitada, pérdida del apetito, pérdida de peso o vómito constante, puede ser un indicio de un posible problema de salud subyacente.
Es significativo tener en cuenta que los cólicos en bebés no tienen una causa definida y pueden ser tratados de diversas formas. Sin embargo, si el bebé presenta signos de alerta o si los síntomas persisten, es recomendable hablar con el pediatra para descartar problemas de salud subyacentes.
Además, en caso de requerir un descanso rápido, se sugiere buscar apoyo en la pareja, familiares, amigos y cuidadoras. Una mamá relajada puede brindar un mayor apoyo al bebé.
Cómo aliviar los cólicos en bebés
Los cólicos en los bebés son un problema común que puede causar irritabilidad y llanto inconsolable. Aproximadamente uno de cada cinco bebés sufre de cólico, por lo general entre la segunda y cuarta semanas. Los bebés con cólico suelen llorar durante todo el día, aunque los episodios de llanto pueden empeorar por la noche. No existe una explicación definitiva de por qué ocurre el cólico, pero puede estar relacionado con la sensibilidad al estímulo o con un sistema nervioso inmaduro.
Para aliviar los cólicos en los bebés, se pueden intentar varias cosas:
- Consultar con el pediatra para descartar problemas médicos graves: Es relevante hablar con el pediatra para asegurarse de que no haya otras causas subyacentes para el llanto excesivo.
- Eliminar alimentos irritantes de la dieta: Si está amamantando, puede intentar eliminar los productos lácteos, cafeína, cebollas, repollo y otros alimentos potencialmente irritantes de su dieta para ver si hay alguna mejora en el cólico del bebé.
- Considerar cambio de fórmula: Si está alimentando con leche de fórmula, es posible que desee hablar con el pediatra sobre una leche de fórmula con hidrolizado de proteína, que puede ser más fácil de digerir para algunos bebés con cólico.
- Evitar alimentar en exceso al bebé: Es esencial no sobrealimentar al bebé y darle tiempo para digerir adecuadamente cada comida. Se recomienda esperar al menos de dos a dos horas y media entre cada alimentación.
- Recurrir a mecanismos de tranquilidad: Algunos bebés se calman al pasear en un carrito para bebés o al estar en un ambiente con movimiento rítmico constante y sonidos tranquilizantes, como el ruido de una aspiradora, secadora de ropa o ventilador.
- Introducir el uso de un chupete: El uso de un chupete puede proporcionar alivio instantáneo al bebé, ya que les ofrece algo en qué chupar que puede ayudar a relajarlos.
- Aplicar presión en el estómago: Recostar al bebé boca abajo sobre las rodillas y frotar suavemente su espalda puede aplicar presión en el estómago y brindar consuelo al bebé que sufre de cólicos.
- Envolver al bebé en una manta: Envolver al bebé con una manta grande y delgada puede hacer que se sienta seguro y cálido, lo cual puede ayudar a calmarlo.
- Solicitar ayuda: Es vital pedir ayuda a familiares o amigos para cuidar al bebé y tomar un descanso cuando se sienta tensa y ansiosa, ya que el cuidado constante de un bebé con cólico puede ser agotador.
Es fundamental recordar que nunca se debe sacudir a un bebé, ya que esto puede causar daños graves. Si la irritabilidad persiste o se intensifica, se recomienda informar al médico, quien puede brindar recomendaciones adicionales.
Remedios caseros para aliviar cólicos en bebés
Si estás buscando formas naturales de aliviar los cólicos en tu bebé, estás en el lugar correcto. A continuación, te presentamos algunos remedios caseros efectivos que puedes probar:
- Aplicar una compresa de agua tibia en la barriga del bebé: Esto puede ayudar a relajar los músculos abdominales y reducir el malestar.
- Masajear la barriga con movimientos circulares: Un suave masaje en el abdomen con movimientos circulares puede estimular el movimiento de los gases y aliviar el malestar.
- Colocar al bebé para que eructe después de cada comida: Esto ayuda a liberar el aire atrapado en el estómago y reduce la posibilidad de que se formen gases.
- Dar un baño tibio al bebé: Un baño con agua tibia puede calmar al bebé y relajar los músculos.
- Amamantar al bebé: La leche materna es fácilmente digerible y puede ayudar a reducir los cólicos en algunos bebés.
- Colocar al bebé en contacto directo con la piel de uno de sus padres: El contacto piel con piel puede proporcionar seguridad y calma al bebé, lo que puede reducir los cólicos.
- Utilizar medicamentos que estimulen la liberación de los gases: Consulta siempre con un médico antes de administrar cualquier medicamento a tu bebé.
Además, si tu bebé no recibe lactancia materna, puedes probar un remedio casero que ha sido efectivo para muchos padres: darle té de manzanilla e hinojo. Estas plantas medicinales poseen propiedades antiespasmódicas que ayudan a aliviar los cólicos y disminuir la producción de gases. Se recomienda preparar el té colocando 1 cucharadita de manzanilla y otra de anís en una taza de agua hirviendo, dejar enfriar, colar y darle 1 cucharada al bebé antes de comer.
Recuerda que es clave siempre consultar a un pediatra si el bebé continúa muy irritable y no mejora con ninguna medida para aliviar los cólicos. Además, los bebés mayores de 6 meses que presentan cólicos con más frecuencia deben ser evaluados por el pediatra, ya que puede ser señal de algún problema de intolerancia. También se recomienda evitar alimentos que puedan provocar gases en el bebé, como brócoli, coliflor, pimentón, pepino, granos, entre otros.
Qué hacer cuando mi bebé tiene cólicos
Si tu bebé tiene cólicos, es vital tener en cuenta que es una situación común y temporal que puede causar malestar. Aquí te presentamos algunas medidas que puedes tomar para ayudar a aliviar su incomodidad:
- 1. Identificar los síntomas: Los bebés con cólicos suelen llorar durante más de 3 horas al día, generalmente a la misma hora todos los días. También pueden tener las manos en puño, las piernas encogidas y el vientre hinchado. Identificar estos síntomas te ayudará a entender lo que está sucediendo y a buscar la mejor manera de aliviar su malestar.
- 2. Consultar al proveedor de atención médica: Si sospechas que tu bebé tiene cólicos, es significativo que acudas al proveedor de atención médica para un diagnóstico adecuado. El proveedor realizará un examen físico y puede hacer pruebas adicionales si es necesario. Recuerda que los cólicos son una condición común en los bebés, pero es crucial descartar otras posibles causas de su malestar.
- 3. Evitar desencadenantes en la alimentación: Si estás amamantando, se recomienda evitar alimentos estimulantes como la cafeína y el chocolate, así como productos lácteos y nueces, ya que el bebé puede tener alergias a estos alimentos. Habla con un asesor en temas de lactancia para obtener más información sobre posibles causas relacionadas con la lactancia materna. Además, es clave asegurarte de que el bebé esté tomando suficiente leche y haciendo eructar después de cada alimentación.
- 4. Consolar al bebé: Cada bebé es diferente, por lo que es vital probar diferentes técnicas para calmarlo. Envolverle cómodamente en una manta, cargarlo en un portabebés, mecerlo suavemente, cantarle, sostenerlo en posición erguida, ofrecerle un chupete para succionar y utilizar dispositivos que produzcan movimiento y sonido, como un columpio para bebés o una máquina de sonido de fondo, pueden ayudar a calmarlo. Recuerda que la calma y la paciencia son clave para ayudar a tu bebé a superar esta etapa.
- 5. Uso de medicamentos: En algunos casos, se pueden utilizar gotas de simeticona sin receta médica para ayudar a reducir los gases en el bebé. Sin embargo, es significativo consultar con un médico antes de administrar cualquier medicamento. Los cólicos suelen desaparecer por sí solos cuando el bebé tiene entre 3 y 4 meses de edad, y generalmente no causan complicaciones graves.
Recuerda que los cólicos son una fase temporal en el desarrollo de tu bebé y que con el tiempo desaparecerán. Esperamos que estos consejos te ayuden a aliviar el malestar de tu bebé durante esta etapa.
Cólicos en bebés, ¿es normal?
¡Sí, los cólicos en los bebés son normales! Los cólicos son una condición común en la que un bebé sano llora inconsolablemente durante más de tres horas al día, más de tres días a la semana, durante tres o más semanas. Los síntomas incluyen llanto intenso, levantar las piernas hacia la barriga, gases, estómago hinchado y espalda arqueada.
Es esencial destacar que los cólicos son una parte normal del desarrollo de los bebés y no son un indicio de que algo esté mal. Muchos bebés experimentan cólicos durante los primeros meses de vida y, aunque puede ser angustiante para los padres, la mayoría de las veces desaparecen por sí solos a medida que el bebé crece y se desarrolla.
Se estima que entre el 10% y el 40% de los bebés experimentan cólicos. Aunque las causas exactas no se conocen con certeza, algunos factores que pueden contribuir a los cólicos incluyen gases, problemas digestivos, el temperamento del bebé y la sensibilidad a la estimulación. No existe una cura para los cólicos, pero hay varias técnicas que los padres pueden probar para calmar al bebé. Algunas opciones incluyen darles un suave masaje, utilizar ruido blanco, darles un baño tibio o envolverlos en una manta grande y fina.
- Masaje suave: Puede ayudar a relajar al bebé y aliviar las molestias.
- Ruido blanco: El sonido constante y monótono puede calmar al bebé y distraerlo del malestar.
- Baño tibio: El agua tibia puede tener un efecto relajante en el bebé y ayudar a aliviar los cólicos.
- Envolver en una manta grande y fina: Esta técnica, conocida como “swaddling”, imita la sensación de seguridad que el bebé experimentaba en el útero y puede ayudar a reducir la incomodidad.
Recuerda que cada bebé es único y puede responder de manera diferente a estas técnicas. Si estás preocupado acerca de los cólicos de tu bebé o si los síntomas empeoran, es crucial consultar con un profesional de la salud para obtener asesoramiento adicional.
Duración promedio de los cólicos en bebés
La duración promedio de los cólicos en bebés es de aproximadamente tres meses, aunque en algunos casos puede extenderse hasta los cuatro meses. Es vital tener en cuenta que cada bebé es único y puede necesitar un tiempo diferente para superar los cólicos. Algunos bebés pueden experimentar alivio más rápido, mientras que otros pueden tardar un poco más en superar esta etapa.
Los cólicos suelen comenzar alrededor de las dos semanas de vida del bebé. Durante este período, es común que el bebé llore intensamente y se sienta incómodo. Los cólicos pueden ocurrir generalmente al final de la tarde o por la noche. Sin embargo, es necesario recordar que cada bebé es diferente y los cólicos pueden manifestarse en horarios variados.
Existen diversos factores que pueden influir en la duración de los cólicos en los bebés. Algunos bebés pueden tener una alimentación sensible, lo que significa que ciertos alimentos pueden desencadenar los cólicos. Además, el estrés, la ansiedad y la falta de sueño también pueden contribuir a la duración de los cólicos. Es fundamental tener en cuenta que el llanto persistente después de los cuatro meses puede indicar la presencia de alguna otra causa subyacente, por lo que se recomienda consultar al médico o llevar al bebé al centro de atención primaria para una evaluación adecuada.
Prevalencia de cólicos en bebés en México
En México, se estima que la prevalencia de cólicos en bebés es del 7.4%, de acuerdo con los criterios de Roma IV. Esto se refiere a un porcentaje de lactantes que experimentan episodios recurrentes de llanto intenso y difícil de consolar, sin una causa médica subyacente. Se ha observado que el cólico infantil es más común durante el primer mes de vida y en bebés nacidos por cesárea.
Además, se ha encontrado una mayor prevalencia de cólicos en bebés mestizos y en aquellos con trastornos del eje cerebro intestino intrafamiliares. Estos trastornos pueden incluir una disfunción en la comunicación entre el cerebro y el intestino, lo que puede contribuir a la aparición de los cólicos en bebés.
Por otro lado, vivir con ambos padres ha sido identificado como un factor protector contra el cólico infantil. Esto sugiere que un entorno familiar estable y un mayor apoyo pueden tener un impacto positivo en la reducción de la prevalencia de cólicos en bebés mexicanos.
Medidas en México para tratar los cólicos en bebés
Los cólicos en bebés son motivo de llanto inconsolable en un recién nacido sin otro problema de salud. Aunque los cólicos son una afección común en los bebés, es clave destacar que normalmente mejoran por sí solos y la mayoría de los bebés los “superan” hacia los seis meses de edad. Uno de cada cinco bebés tiene cólicos en los primeros meses de vida, afectando tanto a niños como a niñas, así como a bebés amamantados y aquellos alimentados con biberón. No se conoce la causa exacta de los cólicos, pero normalmente son inocuos y duran unos pocos meses antes de mejorar por sí solos.
En México, existen diversas iniciativas y programas dirigidos a abordar los cólicos en los bebés. Las autoridades de salud recomiendan a los padres buscar apoyo y cuidarse a sí mismos durante esta etapa. Es fundamental que los padres puedan obtener descanso si se sienten sobrepasados. Además, se recomienda acudir a un médico de cabecera o visitador sanitario para descartar otros problemas de salud más graves y obtener un diagnóstico adecuado.
No existe un único tratamiento que funcione para todos los bebés con cólicos, por lo que se pueden probar diferentes métodos para calmar al bebé. Algunas recomendaciones incluyen sostener al bebé en brazos y caminar o bailar con él, cargarlo en un portabebés, usar un columpio para bebés, cantarle suavemente, cambiar su posición, calmarlo con ruidos o vibraciones constantes, llevarlo a pasear en automóvil o en el cochecito, darle un chupete o bañarlo con agua tibia. En algunos casos, se puede sugerir cambios en la dieta de la madre si está amamantando, eliminando bebidas con cafeína o alimentos lácteos. Para aquellos bebés alimentados con biberón, se puede recomendar cambiar el tamaño del orificio en la tetilla. Es importante recordar que es necesario consultar siempre con un profesional de la salud antes de implementar cualquier cambio en el cuidado del bebé.