El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció este domingo que “modernizará” la policía que está en el punto de mira por la represión de las protestas sociales desatadas hace un mes y que causaron más de 60 muertos.
El presidente dispuso “un decreto que modernizará la estructura organizativa de la Policía Nacional, especialmente para fortalecer la política (…) de derechos humanos”, durante una ceremonia de ascensos de la institución en Bogotá.
Sin ceder a la presión de los manifestantes que exigen una “reforma” de la policía, el presidente anticipó una “transformación” del cuerpo adscrito al Ministerio de Defensa, y añadió que creará una “dirección de derechos humanos” encabezada por un experto externo a la institución.
El anuncio se produce el mismo día en que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llega al país para evaluar la situación en medio del malestar social.
Lo que comenzó el 28 de abril con una manifestación contra un proyecto de ley de aumento de impuestos que luego fue retirado, terminó en un movimiento de protesta contra el gobierno agravado por la represión policial.
Al menos 61 personas han muerto desde que comenzaron las protestas, según las autoridades y la Defensoría del Pueblo. Dos de ellas eran uniformados.
Por su parte, la ONG Human Rights Watch afirma tener “informes creíbles” de 67 muertes desde el inicio de las protestas. La organización ha confirmado que 32 de ellas “están relacionadas con las manifestaciones”.
Los delegados del Gobierno y el sector más visible de la protesta llevan semanas dialogando sin llegar a acuerdos y divididos por la actuación de la fuerza pública.
El llamado Comité Nacional de Huelga, que no representa a todos los sectores que se manifiestan, exige “garantías para la protesta” y que el presidente se disculpe por los excesos de la policía.
Por su parte, el gobierno exige que el llamado Comité Nacional de Huelga condene las decenas de bloqueos de carreteras, a los que atribuye la muerte de dos bebés atrapados en ambulancias y pérdidas millonarias.