LA HAYA. Una gigantesca operación mundial contra el crimen organizado se saldó con la detención de 800 personas, tras descifrar las comunicaciones entre los delincuentes que utilizaban, sin saberlo, teléfonos distribuidos por el FBI, según anunciaron este martes los organismos policiales.
Las fuerzas del orden dieron con unas 300 organizaciones que operaban en un centenar de países, tras crear una aplicación de comunicación supuestamente encriptada en la que las bandas planificaban sus delitos, dijo la agencia Europol.
“Estos informes dieron lugar a cientos de operaciones policiales en todo el mundo la semana pasada, desde Nueva Zelanda y Australia hasta Europa y Estados Unidos“, dijo el director adjunto de operaciones de Europol, Jean-Philippe Lecouffe.
Se produjeron “más de 800 detenciones, se incautaron más de 700 lugares y se confiscaron más de 8 toneladas de cocaína”, añadió en una conferencia de prensa en La Haya.
Los agentes también se incautaron de 22 toneladas de cannabis, dos toneladas de anfetamina, 250 armas de fuego, 55 coches de lujo y más de 48 millones de dólares en diversas monedas y criptodivisas, dijo Europol.
Durante tres años se pusieron a disposición miles de teléfonos que supuestamente permitían pasar desapercibidos a los delincuentes de la mafia, los sindicatos asiáticos del crimen organizado, los cárteles de la droga y las bandas de motoristas ilegales.
Pero esta operación internacional puesta en marcha por la Oficina Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos, bautizada como “Trojan Shield“, permitió a la policía de 16 países leer los 27 millones de mensajes que los delincuentes se enviaban entre sí a través de los dispositivos cifrados con ANOM.
El director adjunto del FBI, Calvin Shivers, declaró en La Haya que la operación salvó “más de 100” vidas amenazadas.
En Australia se acusó a 200 personas, en Suecia se detuvo a 155, cinco de ellas en España. Finlandia detuvo a un centenar, Alemania a 70, Países Bajos a 49, Nueva Zelanda a 35 y Noruega a 7.
Estados Unidos acusó a 17 administradores o distribuidores de dispositivos ANOM, todos ellos extranjeros, de los cuales 8 fueron detenidos Sus autoridades no informaron de ninguna detención en el país. “La investigación continúa”, dijeron.
La operación internacional surgió cuando funcionarios estadounidenses pagaron a un narcotraficante convicto para que les diera acceso a un teléfono inteligente que había personalizado, en el que instalaba ANOM, también llamado An0m, una aplicación de mensajería cifrada segura. Los teléfonos se vendían después a redes de delincuencia organizada a través de distribuidores del hampa.
El FBI se infiltró en sistemas similares denominados “Phantom Secure” y “Sky Global“, obteniendo acceso a las comunicaciones de miles de usuarios, incluidos los sospechosos de delitos.
“El cierre de estas dos plataformas de comunicaciones cifradas creó un vacío importante en el mercado de las comunicaciones cifradas”, explicó por su parte la policía neozelandesa.
Para llenar este vacío, “el FBI operó su propio sistema de dispositivos encriptados, ANOM“. Esto le permitió “darle la vuelta a la tortilla” a los delincuentes, explicó Shivers. “Pudimos ver fotos de cientos de toneladas de cocaína ocultas en cargamentos de fruta”, añadió.