Queridos y ávidos lectores, una vez más me dirijo a ustedes para hablar de un tema de vital importancia para nuestra salud y bienestar: la conservación de los alimentos. Hoy, en particular, quiero profundizar en un tema que muchos dan por sentado pero que pocos comprenden realmente: la razón por la cual los alimentos cocidos se conservan más que los crudos.
El misterio de los microorganismos
Comencemos por lo básico: los alimentos se descomponen debido a la acción de microorganismos que degradan sus nutrimentos mediante procesos químicos. Estos diminutos seres vivos, que a menudo son invisibles al ojo humano, son los responsables del mal olor, el sabor rancio y la textura viscosa de los alimentos que se han echado a perder.
Los microorganismos pueden ser bacterias, hongos o levaduras, y su actividad depende de varios factores, incluyendo la temperatura, el tiempo y la humedad. Cuando las condiciones son favorables, estos seres prosperan y crecen a una velocidad alarmante, causando estragos en los alimentos que han sido dejados a su merced.
La cocción, nuestro mejor aliado
Entonces, si los microorganismos son los principales culpables de la descomposición de los alimentos, ¿cómo podemos detenerlos? La respuesta, mis queridos lectores, es la cocción. La cocción de los alimentos elimina muchos de los microorganismos que los descomponen, por lo que un alimento cocido se conserva en buen estado más tiempo que uno crudo.
Además de matar a muchos de los microorganismos, la cocción también puede desactivar sus enzimas, lo que reduce aún más su capacidad de causar estragos. Y si eso no fuera suficiente, la cocción también puede aumentar la vida útil de un alimento al reducir la cantidad de agua disponible, lo que hace más difícil la supervivencia de muchos microorganismos.
¿Qué pasa con la miel?
Antes de seguir adelante, es importante abordar un mito popular sobre un alimento que supuestamente no tiene fecha de caducidad: la miel de abeja. La verdad es que aunque la miel es un alimento sabroso y nutritivo, eventualmente se cristalizará y se endurecerá debido a la formación de glucosa y fructosa.
Además, aunque la alta concentración de azúcares hace que sea difícil que los microorganismos prosperen en la miel, no es inmune a la descomposición. De hecho, la miel puede contaminarse con esporas de Clostridium botulinum, una bacteria que produce la toxina botulínica, una de las toxinas más mortales conocidas por la humanidad.
La importancia del frío
Entonces, hemos establecido que la cocción puede ayudar a prolongar la vida útil de un alimento. Pero, ¿qué pasa si queremos conservar un alimento crudo sin cocinarlo? En este caso, la mejor opción es mantenerlo en el refrigerador, que es uno de los primeros dispositivos tecnológicos que se utilizan para la conservación de los alimentos.
La baja temperatura o frío en el interior del refrigerador disminuye la actividad de los microorganismos y retrasa su descomposición. En otras palabras, el frío puede ralentizar el proceso de descomposición, lo que significa que los alimentos crudos pueden mantenerse frescos por más tiempo en el refrigerador que a temperatura ambiente.
El freón y la capa de ozono
Por supuesto, el uso del refrigerador no está exento de problemas. En el pasado, los refrigeradores funcionaban con un gas enfriador llamado freón, que resultó ser extremadamente dañino para la capa de ozono en la atmósfera. Los primeros refrigeradores que utilizaban freón se inventaron en 1927, pero después de que los químicos Mario Molina y Sherwood Rowland demostraron en la década de los 60 que el freón era nocivo para el ambiente, se inició la búsqueda de alternativas menos dañinas.
Molina y Rowland, que más tarde recibieron el Premio Nobel de Química en 1995 por su trabajo de investigación sobre el impacto del freón en la capa de ozono, ayudaron a establecer un consenso científico sobre la necesidad de eliminar gradualmente el uso de refrigeradores y aparatos de aire acondicionado que utilizan freón.
Conclusión
La razón por la cual un alimento cocido se conserva más que uno crudo tiene que ver con la eliminación de microorganismos durante el proceso de cocción. Y si deseamos conservar un alimento crudo, el refrigerador es nuestro mejor aliado. En una época en la que la tecnología nos ha brindado soluciones para prolongar la vida útil de los alimentos, debemos recordar nuestro papel como ciudadanos responsables y tomar medidas para preservar no sólo la durabilidad de nuestros alimentos, sino también la salud y el bienestar de nuestro planeta.