Dejemos de lado la falsa modestia y aceptemos la verdad: todos nos hemos enfrentado a ese monstruo invisible que es la gripe y ¡oh sorpresa! no todos salimos airosos en la batalla. En un intento de mantenernos de pie, recurrimos a tratamientos caseros, medicamentos y los más osados, hasta los abrazos de nuestras abuelas, aunque eso implique correr el riesgo de contagiarnos otra cosa. La siguiente reflexión es un recorrido por esos caminos que nos permitirán, quizá no derrotar al enemigo invernal, pero sí mantenerlo a raya. ¡Tomen nota!
Mitos y verdades sobre remedios caseros
Aquí nos encontramos en terreno minado, desde los ¡Sálvese quien pueda! que reparten vitamina C y equinácea como caramelos, hasta quienes aseguran que las gotas nasales y atomizadores de solución salina pueden librarnos del mal. Pero, ¿qué decir de esos valientes que enarbolan la bandera del ibuprofeno y acetaminofén como escudo contra el infinito poder del virus de la gripe? En fin, caminemos con cautela y no nos dejemos engañar por falsos remedios.
Es cierto que mantenernos hidratados y descansar nos ayudará a enfrentar los síntomas del resfriado. Asimismo, hacer gárgaras con agua salada y utilizar la miel como aliada para calmar la tos son recomendaciones válidas para adultos y niños mayores de 1 año. Además, algunos medicamentos de libre venta como el Panadol pueden ser de ayuda si es que no se logran los efectos deseados con los remedios caseros, aunque siempre se debe seguir las instrucciones y consultar la etiqueta.
No todo lo que brilla es oro
Y por supuesto, tratándose de un tema tan amplio y diverso como la gripe, no podían faltar aquellos remedios que ya han sido descartados como ineficaces. En algunos casos, llegan a ser contraproducentes. En este grupo encontramos a los suplementos de vitamina C, zinc o equinácea y a los descongestionantes nasales en aerosol, que, francamente, podrían recibir un premio a la desilusión.
La miel, esa amiga que no nos abandona
En nuestros momentos más oscuros, cuando la tos nos martiriza sin piedad, encontramos consuelo en el dulce abrazo de la miel. También hay quienes juran por los poderes mágicos del té con limón, jengibre y miel, y aunque no podemos respaldar tales afirmaciones, sí podemos afirmar que es un remedio eficaz para combatir la tos común del resfriado.
Los niños y la gripe
Rápido, corran a proteger a los más pequeños, ya que la gripe no discrimina y no tiene piedad con ellos. De hecho, no se deben dar medicamentos para el resfriado a niños menores de 5 años sin la aprobación del médico para evitar poner su salud en riesgo. Pero no todo está perdido, ya que el buen humor y una dieta adecuada pueden ayudar a sus defensas y, por ende, su recuperación.
¡Alto a la automedicación!
Con la gripe, viene la tentación de consumir medicamentos como si fueran un buffet libre. Pero, amigos míos, el abuso de medicamentos puede provocar desde leves efectos secundarios hasta daños graves. Así que, por favor, sigamos las instrucciones de la etiqueta y consultemos con un profesional de la salud antes de tomar alguna decisión precipitada.
La importancia de acudir al médico
Si la fiebre no disminuye a pesar de los medicamentos, o si experimentamos síntomas alarmantes como dolor torácico, falta de aliento, vómitos intensos o persistentes, mareos o confusión repentina, es hora de visitar al médico sin pensarlo dos veces. Nuestra salud no es un juego, y debemos darle la atención que merece.
Prevención y recomendaciones finales
Si bien no hay una cura como tal para el resfriado, existen varias medidas que podemos tomar para prevenirlo y llevar una vida más saludable durante la temporada de gripa. Algunas de estas medidas incluyen mantenernos bien hidratados, exigirnos menos y descansar más, hacer ejercicio con regularidad, llevar una dieta equilibrada y, por supuesto, lavarnos las manos con frecuencia y utilizar pañuelos desechables al estornudar o toser.
Si nos armamos de paciencia, valentía y buen humor, podremos enfrentarnos a la gripe de frente y salir victoriosos en esta batalla invernal. ¡Ánimo, guerreros!