La crisis de sequía que enfrentó México en los primeros meses del año y que alcanzó a casi el 85 % del territorio nacional en esa condición tiene su origen, entre otros factores, en el fenómeno meteorológico de la célula Hadley, dijo a Efe un experto del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
En el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se celebra este jueves, Ricardo Prieto, gerente de Meteorología y Climatología del SMN, consideró que para entender este problema hay que tener en cuenta la ubicación del país, que “coincide con la zona de los grandes desiertos del planeta”.
“La parte norte del país se ubica entre los 30 o 35 grados de latitud y esto coincide con la misma latitud de los desiertos del Sahara y de Arabia, lo que tiene que ver con el fenómeno conocido como Célula de Hadley“, dijo.
Explicó que en este fenómeno el aire asciende en zonas tropicales y desciende en zonas subtropicales “y México tiene esta zona de descenso en su parte norte y por lo tanto tiene zonas desérticas en los estados de Sonora, Chihuahua y Coahuila y la península de Baja California”.
El especialista señaló que en esta zona llueve poco, pero además “hay años en los que llueve incluso menos que el promedio y es cuando se puede declarar una condición de sequía”, un fenómeno recurrente, aunque no permanente, que tiene que ver con la cantidad de lluvia.
Según el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua al 31 de mayo, 72.63% del país tiene condiciones de sequía de moderada a excepcional.
La ONU designó este 17 de junio como el 2021 Día de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía que se enfoca en transformar las tierras degradadas en tierras sanas y tiene como lema “Restauración. Tierras. Recuperación”.
En México, según la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, el concepto de desertificación se aplica “a todos los ecosistemas existentes en el territorio nacional, debido a que la pérdida de la capacidad productiva de las tierras no se restringe a las zonas áridas”.
Según los especialistas, la desertificación “es la pérdida de la capacidad productiva de las tierras, causada por el hombre, en cualquiera de los ecosistemas existentes, en este caso, en el territorio mexicano”.
En 2020, la ONU informó que 55% del territorio mexicano estaba afectado por la erosión hídrica y eólica, por lo que llamó al gobierno mexicano a combatir la desertificación, según un comunicado emitido por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Esto con el fin de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente el número 15, que implica la determinación de detener y revertir la degradación de la tierra.
Hace una década, la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, creada en 1996, señaló que entre las consecuencias más importantes de la desertificación estaban la disminución de la producción de alimentos, la infertilidad y la salinización del suelo.
Además de la reducción de la capacidad de recuperación natural de la tierra, el aumento de las inundaciones en las partes bajas de las cuencas, la escasez de agua, los problemas de salud e incluso la pérdida de los medios de subsistencia de las sociedades, lo que podría contribuir a estimular la migración.
El especialista del Meteorológico mexicano señaló que el país sufre este fenómeno “porque es un país muy extenso” -dos millones de kilómetros cuadrados de superficie-, pero al mismo tiempo hay una zona muy lluviosa en los estados del sur y sureste, mientras que en el norte hay zonas con poca o ninguna lluvia, así como con mucho calor.
Para Prieto, es necesario un estricto monitoreo del agua porque es importante para México “tener un registro de cuánta agua tenemos, cuánta agua está cayendo e incluso saber el panorama futuro, al menos para las próximas semanas o meses.”
“Tenemos que saber qué pasa con el agua una vez que cae, qué pasa una vez que está en la superficie y eso es un asunto multidisciplinario que involucra, entre otros, al territorio y cómo se distribuyen los ecosistemas y los suelos y cómo está la topografía para saber hacia dónde escurre la lluvia”, concluyó.