Los pacientes con VIH sufren la escasez de antirretrovirales y la detección tardía en plena pandemia, lo que aumenta el riesgo de morir de sida. Sólo en el último año, de las 86 personas que solicitaron apoyo a la fundación HIVve Libre, la mitad murieron por estas causas, explica su fundador Alain Pinzón.
La organización indica que entre 2019 y 2020 la detección del virus se redujo un 59%. Junto a otras fundaciones, ha documentado el “grave problema de desabastecimiento” de medicamentos y la intermitencia en la atención en los sistemas de salud. Entre los medicamentos que faltan están: emtricitabina, tenofovis, bictegravir, dolutegravir, etravirina y raltegravir.
“El grave problema de desabastecimiento repercute en vidas, pero también en la atención en los sistemas de salud porque se volvió intermitente, la detección ya no es oportuna y la falta de medicamentos ha sido constante”, dijo Pinzón.
El 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que este año tiene como lema “Acaba con las desigualdades. Acaba con el sida. Acaba con las pandemias”.
Para el activista, la pandemia no es más que una excusa para la escasez de medicamentos, ya que la falta de éstos viene de lejos.
“La pandemia es un pretexto para ocultar la escasez, la falta de medicamentos va más allá de este año, es producto de la ineficacia en la compra de medicamentos, que se hizo a destiempo. Esto lleva a que los médicos se vean obligados a cambiar los tratamientos como si nada, sin asumir las consecuencias de lo que esto implica para los pacientes”.
Entre las quejas que han llegado al organismo en el último mes, Pinzón señala las unidades médicas de la Ciudad de México, Quintana Roo, Nuevo León, Sinaloa, San Luis Potosí, Veracruz y el Estado de México, algunas de ellas son la del IMSS Carlos Mc Gregor, la ubicada en Tlatelolco, Atizapán y Tlalnepantla, así como las del ISSSTE en esas mismas entidades.
Indicó que en ocasiones, aunque tienen el medicamento, no lo proporcionan, como lo han denunciado varios pacientes.
Roberto Vázquez Campuzano, académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, con tres décadas de experiencia en la vigilancia epidemiológica del VIH en México, dijo que ahora hay “320 mil casos en nuestro país y en 2020 hubo poco más de 9 mil casos nuevos y en lo que va de 2021 tenemos 6 mil 500 casos más”.
Integrante del Departamento de Enfermedades Emergentes y Emergencias del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (InDRE), Roberto Vázquez recordó que en el mundo sólo el 84 por ciento de las personas que han contraído el VIH lo saben.
“Tenemos que hacernos la prueba, ser conscientes de que la transmisión se produce por vía sexual, sanguínea o perinatal, ser conscientes de nuestro riesgo. Y si damos positivo solicitar nuestro acceso al tratamiento retroviral”.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud en 20 países de la región la pandemia de Covid-19 “impactó los servicios de VIH comprometiendo la disponibilidad de tratamientos e interrumpiendo la provisión de servicios, incluyendo las actividades de prevención, las pruebas de VIH, que cayeron 34 por ciento con respecto a 2019 y otras infecciones de transmisión sexual, así como los inicios de terapia antirretroviral entre las personas diagnosticadas.”
Consideró necesario fortalecer los servicios de salud para que sean la primera línea de batalla contra el estigma y sugirió promover la telesalud, las citas en línea, la entrega de medicamentos por correo, la entrega a domicilio y la autoprueba.
Cuarenta años después de la aparición de la pandemia de sida, ONUSIDA estima que la Covid-19 retrasará hasta 10 años los avances en el tratamiento y el diagnóstico.
Hasta el momento, se calcula que 40 millones de personas han perdido la vida, pero la discriminación y el estigma es otro de los problemas a los que se enfrentan los pacientes diagnosticados con el VIH.
Para Alaín Pinzón, el más reciente reclamo del presidente Andrés Manuel López Obrador a su secretario de Salud, Jorge Alcocer, por el desabasto de medicamentos es una prueba de lo que las organizaciones han denunciado.
“El llamado es para que se dejen de tonterías, para que dejen de tomar vacaciones, las organizaciones y activistas estamos cansados de hacerle el trabajo a estos cabrones, el llamado es para que dejen de echarnos a todos y atiendan la logística de abastecimiento y distribución.”
La lucha contra el estigma es uno de los retos de la Fundación Alegría en las comunidades más vulnerables del país y con la población infantil y adolescente.
Fernando Ariel García Terrón, investigador del Instituto de Salud Pública Global de la AHF en la Universidad de Miami, dijo que “la condición de vulnerabilidad de los niños con VIH que quedan huérfanos en San Cristóbal de las Casas y los Altos de Chiapas requiere visibilizar su condición porque están expuestos a enfermedades oportunistas que afectan su sistema inmunológico y, a largo plazo, su salud”.