Emilio Lozoya Austin pasó su primera noche en la cárcel desde su extradición desde España. Ayer, el juez de control José Artemio Zúñiga Mendoza ordenó la prisión preventiva del ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), involucrado en el caso Odebrecht.
La medida cautelar impuesta al ex integrante del equipo del ex presidente Enrique Peña Nieto se da semanas después de que fuera captado cenando con otras personas en un restaurante de lujo ubicado en Lomas de Chapultepec, imágenes que causaron revuelo en la opinión pública y pusieron en duda la actuación del fiscal general Alejandro Gertz Manero.
A Lozoya Austin se le acusa de los delitos de uso indebido de recursos públicos, cohecho y asociación delictuosa, que en conjunto ameritan una pena que va de 12 a 35 años de prisión, en caso de ser declarado culpable.
El juez aceptó el argumento de la Fiscalía General de la República (FGR), que ahora solicitó la prisión preventiva contra Lozoya Austin, al considerar que existe un alto riesgo de que el ex funcionario se fugue. Agregó que el ex funcionario “tiene capacidad económica para salir del país y permanecer oculto”, ya que tiene una cuenta de más de dos millones de euros en una empresa de la que es accionista.
Zúñiga Mendoza accedió a la petición de la FGR y ordenó la inmediata aprehensión de Lozoya Austin, quien desde ayer fue recluido dentro del penal y así permanecerá mientras dure el proceso en su contra.
El juez pidió a la Procuraduría General de la República que garantice las medidas necesarias para la seguridad del ex director de Pemex, dado que otros imputados también están recluidos en el penal.
Durante la audiencia, que duró más de cinco horas, otro de los argumentos que utilizó Zúñiga para dictar la prisión preventiva fue que el criterio de oportunidad, con el que Lozoya había evitado ir a la cárcel desde que fue extraditado de España, no se ha materializado, pues la Fiscalía no se lo ha concedido.
Todos los argumentos fueron apoyados por un asesor jurídico de Pemex, en su calidad de afectado, y por un representante de la Unidad de Inteligencia Financiera, quien argumentó que el riesgo de fuga de Emilio Lozoya es mayor dado que se han presentado varias denuncias en su contra que podrían ser procesadas en las próximas semanas.
En su última declaración, Lozoya se defendió argumentando que hasta ahora ha cumplido con todas las medidas cautelares y que nunca se ha fugado del proceso en su contra, pues antes de que se girara una orden de aprehensión, ya estaba negociando el criterio de oportunidad. Acusó un “ambiente de persecución” mediática para afectarlo.
“La intención es que se conozca la verdad. A la gente no le suele gustar la verdad. Hay muchos intereses… Hay medios de comunicación que recibieron toneladas de dinero que no es conveniente que se conozcan”, dijo.
A Lozoya se le acusa de haber recibido presuntamente más de 10 millones de dólares de la constructora Odebrecht para sobornar a varios funcionarios mexicanos, entre ellos el ex presidente Enrique Peña Nieto y el ex secretario de Hacienda Luis Videgaray, aunque en esta ocasión aseguró que nunca recibió dinero mientras fue funcionario público.
A la salida de la audiencia, el abogado defensor Miguel Ontiveros, dijo que tanto Lozoya como su madre, la señora Gilda Margarita Austin Solís, quien también está procesada, confían en la justicia mexicana y en la lucha anticorrupción del presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que se dijo confiado en que su cliente podría salir nuevamente en libertad en cualquier momento.
“Vamos a interponer un recurso, porque se nos ha permitido y eso es lo que le corresponde a la defensa. Desde distintos ámbitos hemos promovido amparos y en este caso vamos a promover cualquier recurso, pero estamos convencidos de que el camino es el acuerdo”, dijo.
La audiencia inició con la solicitud de la defensa de Lozoya de una prórroga de 60 días más para la investigación complementaria, a fin de recibir los resultados de una solicitud hecha a las autoridades brasileñas para saber si sigue vigente un convenio de colaboración firmado en ese país por Luis Meneses Weyll, ex director de Odebrecht en México, quien señaló directamente a Lozoya.
El juez concedió sólo un mes más para la investigación complementaria, programando la última audiencia para el 3 de diciembre. Exhortó a la Fiscalía a utilizar todos los recursos legales necesarios para obtener esta información investigativa.
Finalmente, respecto a las fotografías del ex director de Pemex comiendo en un restaurante de lujo, el juez aseguró que las medidas cautelares impuestas por la FGR -que eran permanecer dentro del territorio nacional, usar un brazalete electrónico y firmar cada 15 días-, no implicaban ninguna otra restricción, por lo que declinó pronunciarse al respecto.