El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva recibió este sábado la segunda dosis de la vacuna anticovid y pidió al Gobierno del presidente Jair Bolsonaro que “escuche a la ciencia” en la lucha contra la pandemia. “Sólo hay que hacer una cosa: escuchar a la ciencia, a los que saben y cumplir con las determinaciones”, subrayó Lula, sin citar directamente a Bolsonaro, uno de los líderes más negacionistas sobre la gravedad de la pandemia.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT), de 75 años, fue inoculado con la segunda dosis de la vacuna china Sinovac, en momentos en que Brasil atraviesa la peor fase de la pandemia, con un promedio diario de 3.000 muertes por el Covid-19. Brasil, el país más afectado actualmente por la enfermedad, ya ha registrado un total de 328.206 muertes por Covid-19 y 12.910.082 casos desde el inicio de la crisis sanitaria, hace poco más de un año.El ex dirigente sindical, que retransmitió la vacunación en directo a través de las redes sociales, destacó que la inmunización aumentará la protección contra el coronavirus, pero dijo que no es el momento de relajarse.
“No hay que jugar y dudar de este virus que la naturaleza impuso a la humanidad. El coronavirus es una guerra de la naturaleza contra la humanidad, tal vez por la irresponsabilidad que el ser humano tuvo durante tanto tiempo contra el medio ambiente”, sostuvo.Lula, principal rival político de Bolsonaro en el campo de la izquierda, se ha alzado como contrapeso del presidente brasileño en la lucha contra el virus y ha aumentado la presión sobre el líder de la ultraderecha brasileña.
Bolsonaro ha criticado en numerosas ocasiones las medidas restrictivas impuestas por gobernadores y alcaldes para contener el avance del virus, ha cuestionado el uso de mascarillas e incluso ha puesto en duda la eficacia de la vacuna antivirus.
Bolsonaro y Lula podrían enfrentarse en las elecciones presidenciales de 2022, después de que el Poder Judicial anulara cuatro juicios contra el expresidente por un error de procedimiento y ordenara que fueran realizados de nuevo en otros tribunales.
La anulación de dos condenas contra Lula que ya habían sido confirmadas por tribunales de segunda y tercera instancia permitió al exmandatario (2003-2010) concurrir a las elecciones presidenciales de 2022 después de haber sido inhabilitado para presentarse en 2018.