La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) concluyó con un acuerdo para instar a los países de todo el mundo a empezar a eliminar el carbón, en lo que constituye el primer llamamiento mundial para dejar atrás este combustible fósil.
Sin embargo, la delegación mexicana criticó la forma en que se alcanzó el pacto sobre el carbón, señalando que la cumbre no ha sido inclusiva ni transparente y lamentó, junto con otras naciones, el lenguaje poco ambicioso en el proceso para acabar con los combustibles fósiles.
“Creemos que hemos sido marginados en un proceso no transparente y no inclusivo. Todos tenemos preocupaciones pendientes, pero se nos dijo que no podíamos reabrir el texto”, señaló Isabel Zepeda Lizama, directora general de Asuntos Globales de Relaciones Exteriores, durante la votación en el pleno de los textos parciales del Paquete Glasgow.
“México considera que el lenguaje de los derechos humanos debió haberse reforzado y estamos muy, muy decepcionados de que no se hayan escuchado esas demandas, mientras que otros pueden seguir pidiendo que se diluyan sus promesas”, criticó.
La insatisfacción de México se centra en la forma en que se llevó a cabo la adopción de última hora para modificar el acuerdo a petición de China e India sobre la reducción gradual de la producción de carbón, mientras que la delegación mexicana no fue atendida en su petición de considerar cambios en materia de derechos humanos, entre otros.
Lichtenstein, Islas Marshall, Fiyi y Antigua y Barbuda tampoco estuvieron de acuerdo con el cambio de lenguaje de última hora. Tras las críticas de varios delegados, el Presidente de la COP26, Alok Sharma, se disculpó por la forma en que se desarrolló el proceso, aunque justificó la forma en que se hizo para “proteger el Pacto de Glasgow”.
Cerca de 200 países, entre ellos México, acordaron también acelerar la lucha contra el cambio climático y perfilar las bases de la futura financiación, sin garantizar el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5oC.
El Pacto Climático de Glasgow propone que los Estados miembros presenten nuevos compromisos nacionales de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para finales de 2022, tres años antes de lo previsto.
El acuerdo fue criticado por los ecologistas como “demasiado pobre” y carente de “compromisos concretos” para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, que limitaría el calentamiento para 2100.
Con información de Europa Press, AFP y EFE