Nueva York declaró el estado de emergencia en las primeras horas del jueves tras las fuertes lluvias y vientos de los restos del huracán Ida, que provocaron importantes inundaciones.
Todas las líneas de metro fueron suspendidas debido a las inundaciones de auténticas riadas y cascadas de agua que se precipitaron tanto por las escaleras de las estaciones como por los techos de los túneles, poniendo de manifiesto una vez más el importante deterioro de las infraestructuras.
“Estamos viviendo un evento meteorológico histórico con lluvias récord en toda la ciudad, inundaciones brutales y condiciones peligrosas en las carreteras”, advirtió el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en las redes sociales.
Tanto de Blasio como la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, señalaron que en pocas horas cayó mucha más lluvia de la esperada, lo que ha dejado a la región en una “situación extrema.”
“Tomamos todas las precauciones necesarias, y desplegamos nuestros recursos para que estuvieran preparados sobre el terreno, pero la madre naturaleza hará lo que quiera, y esta noche estaba muy enfadada”, dijo Hochul a la CNN.
De Blasio llegó a prohibir la circulación por carretera en Nueva York hasta las 5:00 hora local después de que el Servicio Meteorológico Nacional de Nueva York informara de que había recibido “muchos informes de rescates y automovilistas atrapados por el agua.”
El gobernador del vecino estado de Nueva Jersey, Phil Murphy, también declaró el estado de emergencia, mientras que el aeropuerto internacional de Newark canceló todos los vuelos y el servicio ferroviario de la región suspendió prácticamente todos sus servicios.