Las anginas son acúmulos de tejido linfoide que se encuentran en la puerta de entrada del aire y los alimentos, especialmente en niños pequeños. Entre los 3 y los 5 años es cuando presentan su máximo periodo de crecimiento. El aumento excesivo de las amígdalas puede causar problemas de infecciones de repetición o de obstrucción respiratoria, conocida como Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS).
Los síntomas de las anginas incluyen fiebre, dolor de garganta con dificultad para tragar que no responden bien a los antibióticos o se repiten rápidamente después de terminar el tratamiento. En el caso del SAOS, el niño presenta ronquido nocturno con pausas en la respiración, lo que puede provocar falta de oxígeno en sangre y problemas cardiovasculares a largo plazo.
El tratamiento de las anginas es quirúrgico en los casos indicados. Consiste en la extirpación de las amígdalas en el caso de infecciones de repetición y la extirpación o reducción en el caso de SAOS. Se emplean sistemas como la Radiofrecuencia para disminuir el riesgo de sangrado durante la cirugía. Las infecciones de amígdalas pueden producir complicaciones como abscesos periamigdalinos, que requieren drenaje quirúrgico y generalmente amigdalectomía después de superar la infección. Otras complicaciones de las infecciones son la fiebre reumática y algunas formas de psoriasis.
Cuáles son los tipos de anginas
Las anginas son un tipo de dolor o molestia en el pecho que pueden indicar problemas en el corazón. Existen diferentes tipos de angina, que se diferencian por sus características y gravedad. Es importante conocer estos diferentes tipos para comprender mejor los síntomas y recibir el tratamiento adecuado. A continuación, describiremos los tres tipos principales de angina:
- Angina estable: Es el tipo más común de angina. Se presenta cuando el corazón tiene que trabajar más fuerte de lo normal, como durante el ejercicio físico intenso. Este tipo de angina sigue un patrón regular y generalmente desaparece con el reposo y los medicamentos. Es muy esencial no ignorar la angina estable, ya que puede ser una señal de problemas cardíacos subyacentes.
- Angina inestable: Es el tipo más peligroso de angina. A diferencia de la angina estable, no sigue un patrón y puede ocurrir incluso sin hacer esfuerzo físico. Este tipo de angina no desaparece con el reposo o los medicamentos y es una señal de que puede ocurrir un infarto en cualquier momento. Es crucial buscar atención médica de inmediato si se experimenta angina inestable.
- Angina variable: Este es el tipo menos común de angina. Se presenta mientras se está en reposo, sin necesidad de esfuerzo físico. A diferencia de la angina estable, no sigue un patrón y puede variar en intensidad. Se trata generalmente con medicamentos para aliviar los síntomas y mejorar el flujo sanguíneo hacia el corazón.
Es crucial destacar que no todas las molestias o dolores en el pecho son angina. Si se experimenta dolor torácico, es fundamental consultar con un profesional de la salud para realizar una evaluación adecuada y recibir el tratamiento adecuado en caso de ser necesario.
Síntomas de las anginas
Las anginas, también conocidas como amigdalitis, son la inflamación de las amígdalas, dos masas de tejido de forma ovalada ubicadas en la parte posterior de la garganta. Los síntomas de las anginas pueden variar, pero generalmente incluyen:
- Amígdalas rojas e inflamadas.
- Parches o recubrimientos blancos o amarillos en las amígdalas.
- Dolor de garganta.
- Dificultad o dolor al tragar.
- Fiebre.
- Glándulas sensibles y dilatadas en el cuello.
- Voz rasposa, apagada o ronca.
- Mal aliento.
- Dolor de estómago.
- Dolor o rigidez de nuca.
- Dolor de cabeza.
En los niños pequeños, los síntomas pueden incluir también babeo debido a dificultad o dolor al tragar, falta de apetito y agitación inusual. Es significativo tener en cuenta que si un niño presenta dolor de garganta con fiebre, dolor que no se alivia después de 24 a 48 horas, dificultad para tragar o dificultad para respirar, se debe consultar a un médico de inmediato.
La amigdalitis puede ser causada tanto por infecciones virales como bacterianas, siendo la bacteria Streptococcus pyogenes la más común. Algunas complicaciones que pueden surgir a raíz de las anginas incluyen la interrupción de la respiración durante el sueño, la propagación de la infección a los tejidos circundantes y la formación de un absceso periamigdalino. Además, si las anginas causadas por la bacteria estreptococo no se tratan adecuadamente, pueden surgir complicaciones como la fiebre reumática, la escarlatina, la inflamación de los riñones y la artritis reactiva.
Para prevenir la propagación de la infección, se recomienda:
– Lavarse las manos con frecuencia.
– Evitar compartir alimentos y utensilios.
– Reemplazar el cepillo de dientes después de recibir un diagnóstico de amigdalitis.
– Enseñar a los niños a toser o estornudar en un pañuelo de papel o en la parte interna del codo.
– Enseñar a los niños a lavarse las manos después de toser o estornudar.
Cómo se diagnostican las anginas
Las anginas son una enfermedad cardíaca común que afecta a muchas personas en todo el mundo. El diagnóstico de las anginas se realiza a través de varias pruebas, que ayudan a los médicos a determinar la salud del corazón y la presencia de posibles problemas. Estas pruebas incluyen:
- Exploración física y preguntas sobre los síntomas y factores de riesgo: Durante la exploración física, el médico examinará el corazón y los pulmones, y realizará preguntas sobre los síntomas que experimentas y cualquier factor de riesgo que puedas tener. Esto proporciona información relevante sobre tu condición cardíaca.
- Electrocardiograma (ECG): Esta prueba mide la actividad eléctrica del corazón y puede detectar cualquier anormalidad en el ritmo cardíaco. Es una herramienta útil para el diagnóstico de las anginas.
- Radiografía de tórax: Esta prueba muestra el estado del corazón y los pulmones. Puede revelar la presencia de problemas cardíacos, como agrandamiento del corazón o líquido en los pulmones.
- Análisis de sangre: A través de un análisis de sangre se pueden buscar enzimas cardíacas que indican daño o estrés en el corazón.
Estas pruebas, junto con otras detalladas en lista anterior, permiten a los médicos obtener una imagen completa de la salud cardiovascular del paciente y diagnosticar correctamente las anginas. Es esencial destacar que estas pruebas pueden variar dependiendo de la situación específica de cada persona y la gravedad de sus síntomas.
Tratamiento para las anginas
Las anginas son una inflamación dolorosa de las amígdalas, que puede ser causada por infecciones bacterianas o virales. El tratamiento para las anginas puede incluir cuidados en casa y medicamentos. A continuación, te presentamos las opciones de tratamiento más comunes.
Cuidados en casa: Es vital proporcionar cuidados en casa para aliviar los síntomas y acelerar la recuperación. Algunas recomendaciones incluyen:
- Fomentar el descanso para darle tiempo al cuerpo para sanar.
- Proporcionar líquidos adecuados para mantener la garganta húmeda, como agua, caldo o té sin cafeína.
- Ofrecer alimentos y bebidas reconfortantes, como caldo o té sin cafeína.
- Preparar gárgaras con agua salada para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
- Humidificar el aire con un humidificador de aire frío para evitar que la garganta se reseque aún más.
- Ofrecer pastillas para la garganta en niños mayores de 4 años, siempre siguiendo las indicaciones del médico.
- Evitar agentes irritantes como el humo de cigarrillo y los productos de limpieza que puedan irritar la garganta.
- Tratar el dolor y la fiebre con ibuprofeno o acetaminofén según lo indique el médico.
Medicamentos: En casos de anginas bacterianas, se recetarán antibióticos. El tratamiento antibiótico más común es la administración de penicilina por vía oral durante 10 días. Si existe alergia a la penicilina, se recetará un antibiótico alternativo. Es fundamental seguir el tratamiento completo con antibióticos según la prescripción médica, incluso si los síntomas desaparecen por completo.
Cirugía de extirpación de las amígdalas: En casos de anginas frecuentes, crónicas o que no responden al tratamiento con antibióticos, se puede considerar la amigdalectomía, que es la extirpación quirúrgica de las amígdalas. Este procedimiento se realiza en casos específicos y la recuperación suele tardar de 7 a 14 días.
Las anginas son contagiosas.
La amigdalitis, también conocida como anginas, es una enfermedad que afecta a las amígdalas, que son unas pequeñas estructuras ubicadas en la garganta. Es importante tener en cuenta que las amigdalitis son contagiosas, lo que significa que se pueden transmitir de una persona a otra. La mayoría de los contagios de amigdalitis son de origen viral, producidos principalmente por el rinovirus y el adenovirus. Sin embargo, también puede producirse un contagio por bacterias, siendo los estreptococos y haemophilus los patógenos más frecuentes.
La forma más habitual de contagio de las anginas es por contacto directo con las secreciones de un paciente enfermo. Esto puede ocurrir a través del contacto de las manos o por el aire, especialmente cuando una persona enferma estornuda o tose. Además, la presencia de placas en las amígdalas suele ser un signo de que la infección es de origen bacteriano, siendo el estreptococo el microorganismo más frecuente.
Para prevenir la propagación de las anginas, se recomienda evitar el contacto directo con pacientes, especialmente en las primeras fases de la enfermedad. Es crucial lavarse las manos de manera frecuente y utilizar pañuelos desechables al estornudar o toser. Además, es fundamental mantener una buena higiene bucal y evitar compartir utensilios como vasos o cubiertos. En el caso de amigdalitis y faringitis causadas por bacterias, se suele recomendar el uso de antibióticos para tratar la infección y prevenir su propagación.
Cuándo buscar atención médica por las anginas
Las anginas, también conocidas como amigdalitis, son una inflamación de las amígdalas que puede ser causada por una infección viral o bacteriana. En la mayoría de los casos, las anginas pueden ser tratadas en casa con cuidados básicos y medicamentos de venta libre para aliviar los síntomas. Sin embargo, hay situaciones en las que es necesario buscar atención médica de inmediato.
- Llame a su proveedor de atención médica si: su hijo tiene dolor de garganta por más de dos días, tiene dificultad o dolor para tragar, o se siente muy enfermo o muy débil. Estos síntomas pueden ser indicativos de una infección bacteriana que requiere tratamiento con antibióticos.
- Busque atención de emergencia si: su hijo tiene dificultad para respirar, comienza a babear o tiene muchos problemas para tragar. Estos son signos de anginas severas que pueden obstruir las vías respiratorias y requieren atención médica inmediata.
El tratamiento de las anginas depende de su causa. Si la causa es viral, no se requiere medicación específica, y el tratamiento se centra en aliviar los síntomas con analgésicos y remedios caseros como beber líquidos calientes y descansar adecuadamente. Sin embargo, si la causa es una infección bacteriana, como la faringitis estreptocócica, se necesitarán antibióticos para combatir la infección y prevenir complicaciones.
En algunos casos, si su hijo tiene anginas frecuentes que no mejoran con tratamiento o si las amígdalas son demasiado grandes y causan dificultad para respirar o tragar, puede ser necesario realizar una amigdalectomía. Esta cirugía consiste en la extirpación de las amígdalas y se realiza bajo anestesia general. Es significativo discutir con el médico la necesidad de esta intervención y evaluar los riesgos y beneficios antes de tomar una decisión.
Complicaciones de las anginas
Las anginas, también conocidas como amigdalitis, pueden llevar a complicaciones si no se tratan adecuadamente. Algunas de estas complicaciones pueden incluir problemas respiratorios si las amígdalas se encuentran muy inflamadas o agrandadas. Esto puede dificultar la respiración y causar molestias al tragar.
Además, las anginas pueden causar dificultad para comer o beber, especialmente si las amígdalas están inflamadas y obstruyen la garganta. Esto puede resultar en pérdida de apetito, deshidratación y debilidad general.
En casos más graves, las personas que sufren de infecciones repetitivas de las amígdalas pueden necesitar someterse a una cirugía para extirparlas, también conocida como amigdalectomía. Esta intervención quirúrgica generalmente se recomienda cuando las anginas se vuelven crónicas y afectan significativamente la calidad de vida del paciente. La amigdalectomía puede ayudar a prevenir futuros episodios de anginas y reducir la frecuencia de infecciones respiratorias superiores.
Cómo prevenir las anginas
Las anginas, también conocidas como amigdalitis, son una inflamación de las amígdalas palatinas. Esta afección puede ser causada tanto por infecciones virales como por bacterias, siendo el estreptococo la causa más común de las anginas. Los síntomas más frecuentes incluyen inflamación de las amígdalas, dolor de garganta, dificultad para tragar, fiebre y sensibilidad en la mandíbula y la garganta.
Prevenir la transmisión de los virus y bacterias que causan las anginas es fundamental para evitar su aparición. Para ello, se recomienda seguir algunas medidas de higiene y precaución. En primer lugar, es crucial lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de haber estado en contacto con superficies contaminadas. Además, es necesario evitar compartir alimentos y utensilios, ya que son vías de transmisión comunes. También se aconseja mantenerse alejado de personas infectadas y, en caso de tener que estar cerca, es fundamental utilizar mascarillas de protección.
Al estornudar o toser, es clave cubrirse correctamente, utilizando el codo o pañuelos desechables. Esto evita la dispersión de virus y bacterias en el ambiente. También se recomienda ventilar los lugares donde haya muchas personas y evitar aglomeraciones en espacios cerrados. Adicionalmente, es esencial mantener una buena hidratación para fortalecer el sistema inmunológico.
Por último, es vital mencionar que existen vacunas disponibles para prevenir algunas de las bacterias que pueden causar las anginas, como el estreptococo. Consultar con un profesional de la salud sobre la posibilidad de recibir estas vacunas puede ser una medida adicional para evitar la aparición de las anginas.