Los triglicéridos son un tipo de grasa que se encuentra en el cuerpo y provienen de alimentos como mantequilla, aceites y otras grasas consumidas. También se forman a partir de calorías adicionales que el cuerpo no necesita de inmediato. Estas calorías adicionales se convierten en triglicéridos y se almacenan en las células de grasa. Cuando el cuerpo necesita energía, libera los triglicéridos.
Los triglicéridos tienen varias funciones importantes en el cuerpo. Sirven como una fuente de energía para el organismo. Cuando consumimos alimentos, el cuerpo descompone los triglicéridos para obtener la energía necesaria para llevar a cabo varias funciones, como el funcionamiento de los órganos, la digestión de alimentos y la realización de actividades físicas. Además, los triglicéridos también ayudan a aislar y proteger los órganos vitales y a regular la temperatura corporal.
Sin embargo, es crucial mantener los niveles de triglicéridos en un rango saludable. Los niveles altos de triglicéridos pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca. Consumir regularmente más calorías de las que se queman, tener sobrepeso u obesidad, fumar cigarrillos, consumo excesivo de alcohol, ciertos medicamentos, trastornos genéticos, enfermedades de la tiroides, diabetes tipo 2 mal controlada, enfermedades del hígado o renales son factores que pueden contribuir a niveles elevados de triglicéridos. El diagnóstico de los niveles altos de triglicéridos se realiza mediante una prueba de sangre, que mide los niveles de triglicéridos y colesterol.
El tratamiento para los triglicéridos altos puede incluir cambios en el estilo de vida como controlar el peso, realizar actividad física regular, no fumar, limitar el consumo de azúcar y alimentos refinados, limitar el consumo de alcohol y cambiar de grasas saturadas a grasas más saludables. En algunos casos, también puede ser necesario el uso de medicamentos para reducir los niveles de triglicéridos.
Niveles normales de triglicéridos en sangre
Los triglicéridos son un tipo de grasa presente en el torrente sanguíneo que desempeñan un papel importante en nuestro cuerpo, pero es clave mantener sus niveles bajo control. Los niveles normales de triglicéridos en sangre se encuentran dentro de ciertos rangos establecidos por expertos en salud.
La Organización Mundial de la Salud establece que los niveles normales de triglicéridos en sangre son los siguientes:
- Normal: menos de 150 miligramos por decilitro (mg/dl), o menos de 1.7 milimoles por litro (mmol/l).
- Límite: entre 150 y 199 mg/dl (1.8 a 2.2 mmol/l).
- Alto: entre 200 y 499 mg/dl (2.3 a 5.6 mmol/l).
- Muy alto: 500 mg/dl o más (5.7 mmol/l o más).
Es crucial destacar que tener niveles altos o muy altos de triglicéridos en sangre puede ser perjudicial para la salud. Estos niveles elevados están asociados con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como la enfermedad coronaria y el accidente cerebrovascular. Por lo tanto, es fundamental mantener un estilo de vida saludable y adoptar medidas para controlar los niveles de triglicéridos, como seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y evitar el consumo excesivo de alcohol y alimentos ricos en grasas saturadas y azúcares.
Factores que aumentan los niveles de triglicéridos en la sangre
Los niveles de triglicéridos en la sangre pueden aumentar debido a diferentes factores, entre ellos:
- Alto consumo de grasas en la dieta y exceso de energía ingerida: Una alimentación rica en grasas saturadas y trans, así como el consumo excesivo de calorías, puede contribuir al aumento de los niveles de triglicéridos en la sangre.
- Malos hábitos de alimentación y falta de ejercicio: Una dieta poco saludable, con exceso de alimentos procesados y falta de actividad física, puede ser otra causa de altos niveles de triglicéridos.
- Consumo de alimentos con alto contenido de grasas: Alimentos como la mantequilla, leche entera, huevo, pellejo del pollo y cortes de carne alto en grasa pueden elevar los niveles de triglicéridos. Además, el consumo de aceites, aguacate y cacahuates también puede ser un factor influyente.
- Consumo excesivo de hidratos de carbono simples: El consumo excesivo de azúcar, refrescos, pan blanco, pan dulce, jugos y bebidas alcohólicas puede aumentar los niveles de triglicéridos en la sangre.
- Herencia: Existe una predisposición genética a tener niveles altos de triglicéridos. Si alguien en la familia tiene antecedentes de altos niveles, es vital estar alerta y adoptar hábitos saludables.
- Sobrepeso u obesidad: El exceso de peso corporal puede contribuir al aumento de los niveles de triglicéridos en la sangre.
- Fumar y tomar bebidas alcohólicas en exceso: Estos hábitos pueden elevar los niveles de triglicéridos y aumentar el riesgo de complicaciones relacionadas con enfermedades cardiovasculares.
- Consumo frecuente y elevado de comidas altas en grasa: La ingesta regular de comidas con alto contenido de grasas puede contribuir al aumento de los niveles de triglicéridos en la sangre.
- Uso de anticonceptivos hormonales: Algunos anticonceptivos pueden aumentar los niveles de triglicéridos en algunas personas.
- Estilo de vida sedentario: La falta de actividad física puede influir en el aumento de los niveles de triglicéridos en la sangre.
Es significativo tener en cuenta que los niveles de triglicéridos en la sangre no deben superar los 150 mg/dL en personas adultas y en ayunas. El exceso de triglicéridos puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, contribuir al endurecimiento y estrechamiento de las venas y arterias, y favorecer el desarrollo de diabetes, enfermedades renales y hepáticas, e incluso infección en el páncreas en casos extremos.
Riesgos y consecuencias de tener altos niveles de triglicéridos
Los riesgos y consecuencias de tener altos niveles de triglicéridos pueden ser preocupantes para la salud. Estos niveles elevados se consideran un factor de alto riesgo para el estrechamiento de las arterias, conocido como aterosclerosis. Esto puede dar lugar a problemas graves como un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco y la enfermedad arterial periférica (EAP). Además, los altos niveles de triglicéridos aumentan el riesgo de padecer pancreatitis, una inflamación del páncreas, así como enfermedades hepáticas.
Es relevante entender la relación entre los triglicéridos y el colesterol. Mientras que los triglicéridos son lípidos que almacenan calorías no utilizadas, el colesterol se utiliza para formar células, producir hormonas y generar vitamina D. Ambos tipos de lípidos juegan un papel esencial en el cuerpo, pero los niveles elevados de triglicéridos pueden tener consecuencias negativas para la salud.
Existen varios factores de riesgo que pueden contribuir a niveles altos de triglicéridos. Estos incluyen:
- Antecedentes familiares de colesterol alto.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Hábitos alimenticios poco saludables.
- Sobrepeso u obesidad.
- Diabetes sin control.
- Enfermedad hepática o renal.
- Hipertensión arterial.
- Ciertos medicamentos.
- Menopausia.
- Tabaquismo.
- Enfermedad de la tiroides.
Todos estos factores pueden influir en el aumento de los niveles de triglicéridos y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y otras complicaciones de salud.
Para reducir los niveles altos de triglicéridos se recomienda llevar una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y mantener un peso saludable. También es significativo controlar la hipertensión arterial y la diabetes, dormir lo suficiente, controlar el estrés y dejar de fumar. En algunos casos, puede ser necesario recurrir a medicamentos como estatinas o fibratos para controlar los niveles altos de triglicéridos. El cuidado de nuestros niveles de triglicéridos es fundamental para proteger nuestra salud cardiovascular y prevenir complicaciones graves.
Cómo bajar los niveles de triglicéridos
La hipertrigliceridemia, conocida comúnmente como tener los niveles de triglicéridos altos, consiste en una elevación anormal del nivel de triglicéridos, que es el principal tipo de grasa que se encuentra en la sangre. Es recomendable mantener sus niveles en rangos normales (por debajo de los 150 mg/dl), ya que los niveles altos se asocian a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y pancreatitis.
Para mantener los niveles de triglicéridos en sangre en unas cifras aceptables es crucial seguir una alimentación que sea baja en grasa saturada, presente en los productos de origen animal como la mantequilla, la nata, las carnes grasas, los lácteos enteros y en algunos alimentos de origen vegetal como el aceite de coco y de palma, frecuentemente utilizado en la elaboración de repostería y bollería industrial. En su lugar, se emplearán alimentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados, como el aceite de oliva y aquellos en los que predominen los ácidos grasos omega-3. En este último grupo destacan los pescados azules (sardina, caballa, atún, bonito, pez espada, salmón, arenque, boquerones, jurel, etcétera), las nueces y el aceite de canola o colza.
Para lograr disminuir el aporte lipídico, se deben seleccionar carnes magras, aves sin piel, quesos bajos en grasa, leches y yogures totalmente desnatados, y se retirará la grasa visible de la carne. Además, es necesario leer detenidamente las etiquetas de los productos para valorar su contenido de “grasa total” y “grasa saturada”. Se recomienda evitar los azúcares simples (azúcar, miel, bebidas azucaradas y refrescos), la fructosa y, sobre todo, el alcohol, pues todos ellos aumentan la síntesis hepática de triglicéridos. Otros factores que se relacionan con el aumento de los valores de triglicéridos son el tabaco, los estrógenos, la obesidad, la inactividad y la diabetes no controlada.
- Optar por un estilo de vida saludable: es fundamental para mejorar los niveles de triglicéridos. Esto incluye una dieta adecuada, dejar de fumar y hacer ejercicio regularmente, al menos de 20 a 30 minutos de ejercicio aeróbico, como caminar, correr, nadar o montar en bicicleta, tres veces a la semana.
- Perder peso en caso de obesidad o sobrepeso: el exceso de peso puede contribuir al aumento de los niveles de triglicéridos. Por lo tanto, es clave llevar a cabo un programa de pérdida de peso gradual y saludable bajo la supervisión de un médico o nutricionista.
- Controlar la diabetes: si se presenta diabetes, es fundamental mantener los niveles de azúcar en sangre bajo control. Esto se puede lograr llevando una dieta adecuada, realizando ejercicio regularmente y siguiendo el tratamiento médico indicado.
Tratamiento médico para los triglicéridos altos
El tratamiento médico para los triglicéridos altos incluye varios medicamentos y suplementos que pueden ayudar a reducir los niveles de triglicéridos en el cuerpo. Algunos de los medicamentos utilizados son:
- Ezetimiba (Zetia®, Absorcol® y Ezetrol®): Este medicamento bloquea la absorción del colesterol de los alimentos y reduce los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) en un 15 a 25 por ciento y los niveles de triglicéridos en un 8 por ciento. Cuando se combina con una estatina, reduce los niveles de colesterol LDL más del doble que la estatina sola. En combinación con una estatina, puede reducir los niveles de colesterol LDL hasta en un 60 por ciento y los triglicéridos en un 14 por ciento.
- Fibratos: Estos medicamentos se utilizan para disminuir el colesterol LDL y aumentar el colesterol HDL. Los fibratos también se utilizan en pacientes con triglicéridos altos y se pueden combinar con estatinas para el tratamiento del colesterol alto.
- Niacina (Niacor®, Niaspan®): La niacina puede disminuir los niveles de triglicéridos y el colesterol LDL. Se reserva típicamente para personas con niveles de triglicéridos superiores a 500 mg/dl. Sin embargo, la niacina puede interactuar con otros medicamentos y causar efectos secundarios significativos.
- Suplementos de aceite de pescado: Estos suplementos, también conocidos como ácidos grasos omega-3, pueden ayudar a reducir los niveles de triglicéridos. Se recomiendan dosis altas y se reservan para personas con niveles de triglicéridos superiores a 500 mg/dl.
Es vital tener en cuenta que cada medicamento puede tener efectos secundarios. Por ejemplo, la ezetimiba puede causar mareos, dolor de cabeza, diarrea, dolor de espalda, dolores musculares y fatiga. Los fibratos se han relacionado con casos de lesión hepática aguda, especialmente el fenofibrato. Esta lesión hepática puede ser grave y prolongada, y en algunos casos puede conducir a enfermedad hepática crónica y cirrosis. Además, los fibratos pueden aumentar el riesgo de efectos secundarios cuando se toman junto con estatinas.
Es fundamental consultar a un médico para determinar el tratamiento más adecuado para los triglicéridos altos y para evaluar los posibles riesgos y beneficios de cada medicamento.
Cómo prevenir los triglicéridos altos
Los triglicéridos altos, también conocidos como hipertrigliceridemia, son una condición que se caracteriza por tener niveles anormalmente elevados de triglicéridos en la sangre. Los triglicéridos son la principal forma de grasa en nuestro organismo y su acumulación en exceso puede ser perjudicial para nuestra salud. Para prevenir los triglicéridos altos, es vital seguir algunos consejos y estrategias que incluyen mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente y llevar una alimentación equilibrada.
- Mantener un peso normal: Uno de los factores de riesgo para tener triglicéridos altos es el sobrepeso u obesidad. Por eso, es significativo mantener un peso adecuado para nuestra estatura y contextura física. Si tenemos sobrepeso, es recomendable consultar con un profesional de la salud para recibir orientación sobre cómo alcanzar y mantener un peso saludable.
- Hacer ejercicio regularmente: La práctica regular de ejercicio físico tiene muchos beneficios para nuestra salud, entre ellos, ayudar a controlar los niveles de triglicéridos en la sangre. Se recomienda dedicar al menos 150 minutos a la semana a realizar actividades físicas de intensidad moderada, como caminar, nadar o montar en bicicleta. Si no estamos acostumbrados a hacer ejercicio, podemos empezar de a poco e ir aumentando la intensidad y duración de las actividades.
- Llevar una alimentación equilibrada: La dieta juega un papel fundamental en la prevención de los triglicéridos altos. Para mantener niveles saludables, se debe evitar el consumo excesivo de grasas saturadas, azúcares y alcohol. Además, se recomienda suprimir el consumo de alimentos dulces y bebidas azucaradas. Es importante incluir en nuestra alimentación alimentos integrales y ricos en fibra, como frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.
Relación entre triglicéridos y diabetes
La relación entre los triglicéridos y la diabetes es bidireccional. Por un lado, los pacientes diabéticos suelen presentar alteraciones en los niveles de triglicéridos en sangre, lo que se conoce como hipertrigliceridemia. Esto significa que tienen concentraciones elevadas de estos lípidos en comparación con personas sin diabetes.
Esta dislipidemia aterogénica, caracterizada por altos niveles de triglicéridos y baja concentración de colesterol HDL, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares en personas con diabetes. Por otro lado, el exceso de triglicéridos en sangre puede influir en el desarrollo y control de la diabetes.
La relación entre los triglicéridos y la diabetes se relaciona con alteraciones en el metabolismo de la glucosa y lípidos. Los altos niveles de triglicéridos pueden afectar la función de las células pancreáticas, que son responsables de producir insulina. Además, el exceso de triglicéridos puede dificultar la acción de la insulina en el organismo, lo que contribuye a un mal control de la glucosa en sangre.
Los pacientes diabéticos presentan un patrón de alteraciones lipídicas que incluyen:
- Elevación moderada del colesterol LDL, con aumento de las partículas de LDL densas y pequeñas.
- Incremento de los triglicéridos.
- Reducción del colesterol HDL (dislipidemia aterogénica).
Ante esta relación entre triglicéridos y diabetes, las guías de manejo de dislipidemias recomiendan reducir los niveles de colesterol LDL como objetivo terapéutico principal en pacientes diabéticos. Además de los cambios en el estilo de vida, se recomienda el uso de estatinas como la droga de elección para lograr esta reducción. En algunos casos, también puede ser necesario el uso de otros medicamentos, como ezetimibe y fibratos, para optimizar los niveles de lípidos en sangre y reducir el riesgo cardiovascular residual.
Niveles de triglicéridos en México: Una mirada al panorama actual
De acuerdo con la información proporcionada, en México el 17.7% de la población presenta una concentración alta de triglicéridos y colesterol. Esta situación representa un riesgo para la salud, ya que puede desencadenar enfermedades cardiovasculares, las cuales son la principal causa de muerte en nuestra sociedad. Se estima que uno de cada tres individuos en el mundo fallece a causa de eventos cerebrovasculares o infartos al miocardio, complicados por factores como la diabetes, la presión arterial alta y los niveles elevados de colesterol.
Es crucial destacar que las enfermedades cardiovasculares están en constante aumento en México, y se espera que tengan un impacto significativo en la salud en los próximos años. La presidenta de la Asociación Nacional de Cardiólogos de México ha enfatizado que estas enfermedades son la principal causa de muerte tanto en nuestro país como a nivel mundial. Por lo tanto, es fundamental enfocarnos en reducir el riesgo cardiovascular.
Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que para el año 2030 cerca de 23.6 millones de personas morirán a causa de enfermedades cardiovasculares, principalmente cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. En América Latina, estas enfermedades ya han causado más de 2 millones de muertes. Además, se ha observado un aumento del 55% en la mortalidad post-COVID en México atribuida a todas las causas de muerte, siendo las enfermedades cardiovasculares, especialmente los infartos, las principales causas.