Querido lector, ¿cansado de utilizar palabras duras, malsonantes y ofensivas? ¡No se preocupe! Los eufemismos están aquí para suavizar la realidad y disfrazarla de algo un poco más presentable.
Porque, ¿quién quiere hablar de despidos cuando se puede hablar de una “reducción de personal”? ¿O por qué llamar “negro” a alguien cuando se puede decir “persona de color”? Y no hay que olvidarse de la forma más cómoda de decir que alguien ha muerto: “fallecer”, que suena mucho mejor que la cruda realidad.
La corrección política es la tendencia de moda
En estos tiempos de corrección política, nada puede estar fuera de lugar. Por eso, los eufemismos están cobrando más importancia que nunca. Ya no se trata solo de evitar ofender a las personas, sino también de tener en cuenta los diferentes colectivos, incluso si eso significa cambiar la fonética de una palabra o inventar una palabra nueva.
No hay nada más inclusivo que usar el lenguaje inclusivo, ¿verdad? Pero cuidado, que a veces eso conlleva cometer errores gramaticales que harían sangrar los ojos de cualquier corrector ortográfico. Al fin y al cabo, ¿para qué seguir las normas del lenguaje si se puede evitar herir susceptibilidades?
Póliticos expertos en eufemismos
Los políticos, por supuesto, son grandes expertos en el arte de los eufemismos. Ya sea para maquillar una política impopular o para disfrazar una verdad incómoda, los eufemismos son el recurso preferido de la clase política.
Por ejemplo, ¿qué sería de la política sin “ajustes económicos” en lugar de “austeridad”? Y no olvidemos el clásico “correcto”, esa palabra que puede significar cualquier cosa y nada a la vez, y que sirve para que los políticos puedan no decir nada mientras parecen muy comprometidos.
Figura retórica de la literatura
No solo en la política son útiles los eufemismos. La literatura también ha encontrado en ellos una figura retórica muy efectiva, ideal para suavizar las situaciones más incómodas.
¿Por qué decir que alguien ha muerto cuando se puede optar por algo mucho más poético como “ha entregado su último aliento” o “ha pasado a mejor vida”? Incluso se han inventado eufemismos para las palabras más escatológicas: “baño” en lugar de “retrete” o “aseos”, por ejemplo.
Los disfemismos: todo lo contrario
Los disfemismos son justo lo contrario de los eufemismos. En lugar de suavizar una situación, utilizan expresiones negativas o peyorativas para describirlas. Porque ¿por qué usar “persona mayor” cuando se puede decir “viejo” y dejar claro que esa persona está acabada?
Los disfemismos no tienen límites: desde utilizar “tontito” en lugar de “persona con discapacidad intelectual” hasta decir “matar dos pájaros de un tiro” en lugar de “resolver dos problemas a la vez”. Porque si algo está claro, es que los disfemismos siempre son más divertidos.
Eufemismos, el arma de la manipulación
Puede que los eufemismos sean una herramienta lingüística muy efectiva, pero no hay que olvidar que también son el arma de manipulación favorita de muchos.
Quienes controlan las palabras, controlan el pensamiento, y los eufemismos son una forma de manipular al receptor para que vea la realidad de una forma determinada. Y si te dicen que lo que están haciendo es “reestructuración empresarial”, seguro que te suena mucho mejor que decir que están despidiendo trabajadores.
La etimología del término
El término “eufemismo” proviene del latín “euphemismus”, que significa “hablar bien” o “hablar favorablemente”.
Puede que los eufemismos no siempre hablen la verdad, pero sin duda hablan favorablemente de quienes los utilizan. ¿No es acaso más agradable hablar de una “habitación de pánico” en lugar de una “celda de tortura”?
Ejemplos de eufemismos
- Reducción de personal: Despido
- Persona de color: Negro
- Fallecer: Morir
- Invidente: Ciego
- Personas con diversidad funcional: Discapacitados
- Terminación voluntaria del embarazo: Aborto
- Correcto: Palabra-sin-sentido
- Ajustes económicos: Austeridad
- Habitación de pánico: Celda de tortura
- Estoy viendo a otras personas: Te estoy engañando
Como puedes ver, los eufemismos son una forma muy efectiva de suavizar las palabras y presentar la realidad de una forma más amable. Aunque también pueden ser utilizados como herramienta de manipulación y hasta de mentira.
Puede que los eufemismos no hablen siempre la verdad, pero al menos lo hacen de forma favorable. ¿Y al fin y al cabo, no es eso lo que importa?